Viejos en el casino de Cartagena
Son unas ruinas que dentro de otras ruinas,
sentados a la puerta del
casino en sillones de mimbre,
leen la prensa local.
Visten como si fueran al
trabajo:
con corbatas a rayas, trajes
de paño oscuro
y camisas rozadas de cuellos
deformados.
Ha crecido en sus dedos una
piel insensible:
corcho para el deseo.
Huelen a incienso rancio, a
colonia a granel,
con la mirada ennegrecida por
el humo
observan la vida con trágica
sordera.
El café tiene posos y está
amargo
y les tiemblan las manos al
beber de la taza.
¿Dónde ha ido el ardor de sus
ojos,
el fuego de sus cuerpos, la
prisa aquella?,
te preguntas al pasar a su
lado.
¿Que harás cuando seas como
ellos
y pase por tu lado un cuerpo
como el tuyo
y nadie se moleste en
levantar la vista
y tengas la mirada como la
tiene un muerto?
(Fuente: Poesía de El Toro de Barro)
No hay comentarios:
Publicar un comentario