1. Pureza
¿Nada de amor -¡de nada!- para mí?
Yo buscaba la frase con relieve, la palabra
hecha carne de alma, luz tangible,
y un rayo del sol último, en tanto hacía luz
el confuso piar de mis polluelos.
Ya para entonces se me había vuelto
el diálogo monólogo,
y el río, Amor -el río: espejo que anda-,
llevaba mi mirada al mar sin mí.
¡Qué puro eco tuyo, de tu grito
hundido en el ocaso, Amor, la luna,
espejito celeste, poesía!
2. Canción
De la última estrella
a la primera
fue para oler las rosas.
Vuelta, al revés, del mundo,
abierta la memoria
de la primera estrella
a ti -mujer, idea-,
¿hasta cuándo la última?
(Fuente: La comparecencia infinita)
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