La salamandra III
Estoy cerca de ti, Douve, te alumbro. No hay nada entre nosotros más que
esta lámpara de piedra, este poco de quieta oscuridad, nuestras manos
que la sombra espera. Te quedas sorprendida, inmóvil salamandra.
Así te quedas, tras vivir el instante en que la carne más próxima transmuta en conocimiento.
(Fuente: Asamblea de palabras)
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