ZONA DE SACRIFICIO
Para Azahara Palomeque
Primero, echa de allí a la gente,
procura que se abandonen los campos
y crezca la maleza para que todo arda,
o vállalo todo
y conviértelo en un coto de caza
al que sólo se pueda acceder en helicóptero.
Después, a los resistentes
háblales de riqueza y puestos de trabajo
en nombre de infraestructuras solares
y parques eólicos de pronta instalación.
Ya puestos a arrasar con lo que queda,
impón proyectos mineros a cielo abierto
y macrogranjas industriales
terriblemente contaminantes.
A estos sitios, antes, se los llamaba pueblos,
ahora, en la ciudad se extrañan
si votan a la ultraderecha.
Antonio Orihuela. El fuego desde el otro lado. Ed. La tortuga búlgara, 2024
Obra pictórica: Godofredo Ortega Muñoz.
(Fuente: Voces del extremo)
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