SE VENDE
A menudo,
le compra los ojos con flores,
billetes de avión y otras bisuterías.
Le compra la lengua con pasteles sofisticados, frutas exóticas,
carnes nobles, ostras, trufas y otras delicias.
Le compra las rodillas y pasos con faldas ajustadas, hechas a medida.
Le compra la juventud con soluciones antiedad y otros milagros de la cirugía.
Le compró también su espíritu, con ausencias prolongadas,
falsedades, mentiras varias, basura y más basura
y toda la mierda.
finalmente, la quiso vender.
Cláudia Lucas Chéu. Oda triunfal al coño. Ed. Garum, 204
(Fuente: Voces del extremo)
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