UN POEMA DE MÚSICA ÍMPAR
EL OJO DEL MIRLO Y TRECE MANERAS DE MIRAR
(Variación sobre el poema de Wallace Stevens “Trece maneras de mirar a un mirlo”)
Has venido a recordar la luz de lo pequeño, en las
manos que despiertan el día. El trino del mirlo
reconstruye la esperanza.
Quien se atrevió a llamar indigno a lo animal es que no
conoce tu pico de color y tu promesa de trigo y
alas.
El ojo del mirlo pudo ver lo que tapaba con mis manos
horrorizadas: realidad y miedo a ser humana, en
este transitar del espanto y sus secuelas.
Tengo ante mis ojos un camino por andar que sólo
existe con tu canto, respira con tu vuelo de mirlo,
con tu alegría de ave.
Vienen a mí las naves del olvido, en este mar bravío y
enfermo. Y siempre junto a mí, tus alas.
Mirlo es una palabra confusa, un pájaro no cabe dentro
del lenguaje.
Soñé que era como tú, ligera, cantarina, insignificante
y majestuosa de trinos.
Un hombre creyó ser una torre blindada, mas vino un
mirlo, con una flor en su pico y al rozarlo derribó
su hombría.
Amaneció una luz diamantina, cristalizaban
pensamientos de metal, dolían los sueños
imposibles. Compadecido un mirlo desató su
amor sobre la urbe.
Mirlos, música, manos, murmullo, molécula, malecón,
mareas, milenio. Mirlos, mirlos y más mirlos.
Te digo, mirlo, que soy mujer, mujer mirlo, mirlo
mujer, oscura de pluma, de pico firme y vivaz.
Instinto y ser en un vuelo amoroso de mirada de
ave.
Te dije, mirlo, yo no soy tú, envidio tu vuelo, tu
existencia libre, tu hacer de nido y plumas.
El verso es una imitación de tu canto, la estrofa un
lugar para alojar tu nido, el trino es el poema que
todavía no he sabido escribir.
Teresa Ramos
Música ímpar
Antología poética (2012-2022)
Edición bilingüe castellano-portugués
Traductor Carlos d’Abreu
Caraba Ibérica Editorial
(Fuente: Papeles de Pablo Müller)
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