cuatro poemas
Quiero que la crítica diga
que mi poesía es del sur realista-austral
neorrealista como un ladrón de bicicletas
y el realismo mi única imaginación
también que a veces siento que el realismo
corrompe mi pretendida realidad
~
Se acabó la magia
Se acabó la magia,
la chicha de quelguén
el ñachi dulce de animal amigo.
Y en la traguilla del recto
el tabaco bienhechor.
Pasaron ya las horas de la siesta.
Acurrucados
en el enrucado trecho de muslos y codos.
La greda enloquecida bajo los boldos.
Y un latido de pez acabado en las aguas.
No hablará ya la luna por más que
se acuchillen caballos en la boca oscura
de la noche.
Ya no reiremos degustadores de la euforia
el ángel azul se ha ido de la tierra.
Pasó el tiempo.
Los grandes laboratorios tienen hoy el festival
la pepa de oro de la consolación.
~
El horizonte no tiene perspectivas
es una línea que le ha mentido a la imaginación
hasta el cansancio
nos ha mentido y mentido en un círculo vicioso
nos ha dorado la perdiz
nos ha hecho la guerra a muerte
y aquí estamos tirando línea
cuesta arriba
como burro de carga
~
Rucananuco
Casa de nuco en lengua nativa.
Pájaro que nunca llegamos a conocer
ni nos fue presentado.
Quizás estuvimos frente a frente
quizás algún ladrido escuchado
venía de su garganta.
Vivíamos ya la época de nombres
sin representación concreta
y cosas tranquilamente innombradas.
***
(Fuente: La comparecencia infinita)
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