miércoles, 22 de marzo de 2023

Víctor Raúl Jaramillo (Colombia, 1966)

 

Columnas de fuego donde se purifica el agua

Acunados los antílopes
por la garra del tigre.
Quizá así tus muslos
y mi boca que te nombra.
Dos versiones de la furia,
gemelos que alguna vez estuvieron juntos.
Ahora ríos en otro paisaje.
Columnas de fuego
donde se purifica el agua.
Ven y atiende esta barca,
ven y consuela esta noche extrema.
Caída en el tiempo tu ausencia.
Desplomada bestia que implora salud.
No más que citar la ilusoria esperanza.
Acaso la vuelta a un primer abrazo.
Tal vez el día sea otro vacío
que el sol alumbra.
Y la nostalgia una manera más calcárea
de reconocer el paso con las monedas en los ojos.
Quizá el tiempo que imploro
no sea más que una nada
que da forma a los cuerpos.
Y la voz una forma de olvido.


Carta con cien pájaros

Soy luna, vacío.
Entro, tenue viento,
silencioso margen de luz.
A tu hora busco norte,
quebrada primavera, voz imperiosa.
De ti la rosa que también muere.
Asómate al límite,
dirige tu ojo, mediodía.
Salto o fuerza, navío,
ruta, fantasma del tiempo.
Todo concluye, mano, amor,
brisa truco del sur.
Ave vuela, aullido anuncia.
Tu pelo simula cascadas de jade.
Es otra mañana,
el canto brota,
veta, mirada danzando al llamado.
Qué decir de tu sonrisa,
qué de tu cadera amarilla.
atrás, del lado de la sangre,
turbión, ancla tejida vigorosa.
Hoy en tu pecho,
leche, conquista del mar.
Otro juego impera,
susurro a tu oído.
Lluvia, licor de miércoles.
Una veleta te nombra,
quizá el camino sea fiel.
Mas no dejes al viento tu acto.
Descansa ahora,
arremete al alba.
No es tarde para el beso.


Para volver al mar

En otro tiempo,
oleaje, marea alta.
En tu mano, ahora,
sólida roca,
arrecife y cardumen.
Tu voz es viento suficiente
para existir.
Tu espalda un lirio,
un ramillete de camelias.
Pronto volverás al mar,
en mi barca
tu cadera estará bailando.
Ahora te meces
con mi acto amoroso
de decirte “sí”.
Cómo esperar más,
si tu aliento,
semilla agreste,
me canta y me acuesta.
No es que no estés.
Estás y te llevo
como el sol
de una ciudad
alta y fija.
El movimiento de tu cintura
es estación amapola,
palmera feliz de potro.
Desnúdame otra vez,
mójame,
liviana menta y ley.
Iremos al mar,
no porque esté lejos,
sino a reconocer nuestra sal.
Eres cielo en mis oídos,
como un dios que vibra
entrada la noche.
Diálogo mudo,
mutado silencio en rayo.
Un tigre te habita.
Un águila nos lleva.
Aquél delfín vuelve rozando.
Mírame como anoche.
Ese beso primero no ha acabado.
Destino es piedra labrada
en tu pecho.
Corazón mío que ilumina.
Acuéstate conmigo siempre,
en mi muerte
has metido la mano.



*Víctor Raúl Jaramillo: Sonsón, Colombia, 1966. Doctor en Filosofía, poeta y músico. Fundador del grupo de ultrametal ReencarnacióN, con el que lleva más de 30 años activo. Creador de un Consultorio Filosófico, primero de su clase en el país. Sus más recientes publicaciones son: Pensar la vida y la muerte y otras banalidades, Erótica como ética: manifiesto sobre el placer como deber, Creación como Mística: una criptografía de lo sagrado (ensayo); Preguntas mercuriales para un insomne incendiado (entrevistas); Trozos de materia desnuda, Cortezas de aliento, Máscaras sin coartada: 1992-1994 (poemas); y Monedas de oriente: otra manera de la filosofía como medicina (cuentos, aforismos y ensayo). Algunos de sus textos han sido traducidos al inglés y al francés. Actualmente dirige un proyecto para lecturas gratuitas en la Web, llamado: Libre Acceso Ediciones. Además escribe para su micrositio Mancha negra y furia, en el magazine virtual Laterales.com, y en su blog Nexus universalis de la página Morada.co
 
 
(Fuente: Revista Innombrable)

 

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