lunes, 13 de marzo de 2023

Chico Buarque (Francisco Buarque de Hollanda, Brasil, 1944)

 

GENI Y EL ZEPELIN

 

De los rengos y los tuertos
Del bajo fondo del puerto
Ella anduvo enamorada
Su cuerpo es de los errantes
Vagabundos y emigrantes,
De los que no tienen nada
 
Se entregaba desde niña
En garajes o cantinas,
Tras la pileta, en el monte
Reina de los prisioneros,
Las locas, los pordioseros,
Los gurises del asilo
 
A menudo a su cuidado
Hay viejitos deshauciados
Y viudas sin porvenir
 
Es buena como son pocas
Por eso la ciudad toda
Repitiendo ha de seguir:
 
Tírenle piedra a Geni,
Tírenle piedra a Geni
Hecha está para aguantar,
Hecha está para escupir,
Se entrega no importa a quién,
Maldita Geni
 
Un dia surgió brillante
Entre las nubes fluctuante
Un enorme zepelín
 
Se paró en los edificios
Abrió unos mil orificios
Con mil cañones así
 
La ciudad toda espantada
Se quedó paralizada,
Casi se volvió jalea
 
Mas del zepelín gigante
Descendió el comandante
Diciendo - cambié de idea
 
Cuando vi en esta ciudad
Tanto horror e iniquidad
Resolví hacerla explotar
 
Mas puedo evitar el drama
Si es que aquella hermosa dama
De noche se entrega a mí
 
Esa dama era geni,
Mas no puede ser geni,
Hecha está para aguantar,
Hecha está para escupir,
Se entrega no importa a quién,
Maldita geni
 
Sin que se lo propusiera
De tan ingenua y sincera
Cautivó al forastero
 
El guerrero tan vistoso,
Tan temido y poderoso
Quedó de ella prisionero
 
Ocurre que la doncella
- y eso era secreto de ella -
Tenía también sus caprichos
 
Y a darse a hombre tan nobre,
Tan oliendo a brillo y cobre,
Prefería amar los bichos
 
Al oir tal herejía
La ciudad en romería
Su mano vino a besar
 
El prefecto de rodillas,
El obispo a hurtadillas,
El banquero y su millar
 
Anda con él, ve Geni
Anda con él, ve Geni,
La que nos puede salvar,
 
La que nos va a redimir,
Se entrega no importa a quién,
Bendita Geni
 
Fueron tantos los pedidos,
Tan sinceros, tan sentidos,
Que ella dominó su asco
 
Esa noche lancinante
Entregóse a tal amante
Como quién se da al verdugu
 
Tanta suciedad él hizo
Relamiéndose de vicio
Hasta quedarse saciado
 
Y no bien amanecía
Partió en una nube fría
Con su zepelín prateado
 
Con un suspiro aliviado
Ella se acostó de lado
Y trató de sonreír
 
Mas luego al rayar el día
La ciudad en gritería
Ya no la dejó dormir
- tírenle piedra a Geni,
Tírenle piedra a Geni,
Hecha está para aguantar,
Hecha está para escupir
Se entrega no importa a quién,
Maldita Geni
 
(Fuente: Mari Lamas)

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