martes, 14 de marzo de 2023

Caroline Hardaker (EEUU, 1986)

 

Vida vegetativa

 

Estamos obligadas a llevar un cúmulo de plantas

dondequiera que vayamos, como respiradores o máquinas portátiles

de diálisis. “Es su responsabilidad como ciudadana”, “Cumpla

con su cuota de O2”, “Aquí tiene su provisión semanal

de agua filtrada”; y, para cada cumpleaños, un cajón de helechos.

Vamos por las calles como lecheras medievales guardando distancia,

para no magullar ninguna raíz y que no se nos caiga ninguna hoja.

Siempre es un alivio volver sanas y salvas a casa.


El año pasado me regalaron un lirio atigrado y una orquídea exótica;

me pasé con el agua y la maté, por lo cual me abortaron el pulmón

izquierdo el mes siguiente. Los órganos confiscados se meten

en el compostador, para que los brotes más verdes tengan un lecho

más mullido para desarrollarse y propagarse. Ahora me toca la mitad

de los helechos que me daban antes y me cuesta más trabajo

respirar, ya casi no le siento el gusto al aire ganado con esfuerzo.

 

 

Traducción:  Ezequiel Zaidenwerg




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