jueves, 15 de septiembre de 2022

Víctor Coral (Barranco, Lima, Perú, 1968)

 

 

Cuadernillo Peruano de los Diálogos

 

 

 

 

 

Riva Agüero

 

1

Ni una sola cosa injusta hay en la naturaleza

y su crueldad sólo habita en los ojos de los hombres.

Sin dioses, sin destino escrito, con una posibilidad profunda,

la idea de nación se nos fue como un pescadillo brillante

sacado al atardecer, cuando las últimas doradas luces

del sol acarician reciamente las olas. Un pejerrey,

eso es tu país. Poderoso…

 

2

Después, el negro silencio, la convalecencia pálida, el anodinismo escéptico,

las ínfimas rencillas, el marasmo, la triste procesión de las larvas grises…

 

3

Tu amor fue un hilo de agua servida

que corre moroso en medio de una calle

de piedra, mojando los muros inclinados de adobe.

 

 

 

Clemente Palma

 

Los bigotes del pez gato

se mueven al compás de las aguas

dentro del riachuelo. Por sus ojos, parece sopesar

el futuro de algo, cualquier cosa. Pero el aleteo algo más

veloz de su cola, nos hace pensar que está a punto de desovar

(o morir).

 

 

 

Gustavo Gutiérrez

 

Alguna vez Dereck Walcott dijo

que leer la poesía de Philip Larkin era como

charlar con un profesor universitario triste en un bar. No

tanto contigo. Más bien es una conversa animosa

con el amigo que no tiene para poner

una cerveza, pero tiene alegría

y apertura a la vida. A tu vida.

Así es, querido Gustavo, tú lo dijiste:

 

la amistad es la mano que despeina tristeza.

 

 

 

Regina Aprijaskis

 

¿Sólo yo veo

un corazón

detrás de cada romboide?

 

¿Sólo yo

veo

un alma

palpitante

disuelta

en tus colores perfectos?

 

 

 

Poética (para Celso Garrido Lecca.)

 

Conozco cada vez más el bosque

pero nunca acabaré de conocerlo.

 

Selecciono bayas nutritivas

espigo hierbajos purgativos

escarbo raíces mágicas o simple

mente útiles para mi propósito.

 

Cuando la tarde refresca

me tiendo en el breve claro

sobre el pasto salvaje y miro

las variaciones de la luz

entre las hojas del abedul    o

en el enramado de la encina.

 

[Incluso tengo claras las aguas:

evito las empozadas o densas

colecto las rítmicas y fugaces;

ellas tienen la vida plena en sí…]

 

Si me preguntas qué hago aquí

te diré que no lo sé muy bien

pero sigo –conocer el bosque

es mi labor mi sentido y mi sino:

 

A veces extraño tener una vida

que nunca tuve    pero siempre

me alivia esta imagen:

 

un camino sencillo que se hunde en la espesura.

 

 

(Fuente: Revista Altazor)

 

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