Un sabio
Un sabio se me acercó una vez.
Dijo: “Yo conozco el camino —ven”.
Y yo me llené de gozo.
Nos apresuramos los dos.
Pronto, muy pronto nos encontramos
donde los ojos no me valían para nada,
y desconocía el rumbo de mis pies.
Me aferré a la mano de mi amigo;
pero al fin él gritó: “Estoy perdido.”
incluido en Antología de la poesía norteamericana (Fundación editorial El perro y la rana, Venezuela, 2007, selec. de Ernesto Cardenal, trad. de José Coronel Urtecho y Ernesto Cardenal).
(Fuente: Asamblea de palabras)
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