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entre el vinil y la silicona,
marcharé avaro forrado de ropas
bamboleándome como un astronauta,
calzado con zapatos de a kilo
descenderé por las dunas de vidrios rotos
y el corcho de los desiertos.
Avanzaré a buscar lo que de ningún
modo encuentro, buscaré
lo que no se me ha perdido
entre resortes cuyos espirales
a mi paso hacen befa de mis pantalones
inflados como globos por el viento.
Subiré a los altares donde
el cobre y la porcelana
al paisaje montan guardia
y en la rosa del orín
dan a beber la gota de agua
que ya no sale por los caños.
Aquí donde el fuego no anda con rodeos
y va rápidamente al grano
como la luz en la punta del rayo.
En: Oh smog, 1977
¿POR QUE TENGO QUE IR MÁS APRISA?
A través de la ventanilla del automóvil
observo yo los muros, las casas, las calles,
los árboles, los pastos, los cultivos, los baldíos
que ante mí también pasan raudos a la misma velocidad a que
yo paso, pero en dirección contraria, como si entre la naturaleza
y yo se estableciera una pugna para decidir quién se despide y
quien se queda.
¡Oh, de ningún modo pretendo ni quiero
permanecer fijo! Mi movilidad es lo que hace que viva.
Es, así pues, mi carta de triunfo.
Pero, ¿por qué tengo yo que ir más a prisa
y dar cuenta de los frutos de mi rápida incursión
por esta vida, de las ganancias y pérdidas
que en el trayecto hice?
En realidad, yo adonde quiero ir es
hasta donde mi viaje termine
No hasta donde ustedes quieren
que yo rápidamente vaya haciéndome creer
que con eso me ahorran más dolores y penas y que la partida y
el final son igualmente fatales. En realidad, como les digo, yo lo
que quiero es que me dejen llegar a donde mi meta se acabe,
tranquilo, sin que sienta pena por no haberme ocupado de hacer
el balance de ganancias y pérdidas,
subido a mí mismo, sí, Y apenas tan rápido
como me lo permitan mis cuatro extremidades.
En: Diario sin sujeto, 1999
(Fuente: Al pial de la palabra)
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