Soneto estadounidense para mi asesino del pasado y del futuro
Si vos nunca sentiste lo fluido de una mujer correrte por los muslos y los testículos, Señor Trompeta si no sabés que el primer hombre era de hecho una mujer cuyo clítoris se le hinchó tanto a causa del anhelo que le colgaba como un dedo apuntado al amante que revolvía sus praderas Señor Trompeta qué carajo sabés te sentís solo porque jamás pudiste desatar la aterradora pena resplandeciente de tu madre quiero decir la mía esa loca de mierda que tengo adentro es ella mi manera de llorar es ella mi manera de quebrarme es ella varonil Trompeta yo no puedo hablar por vos pero los hombres como yo que nunca hicimos el amor con otro hombre siempre vamos a estar en algún lado entre los pliegues de nuestro anhelo avergonzados de eso
Traducción de Ezequiel Zaidenwerg
No hay comentarios:
Publicar un comentario