La Esposa del Mercader del Río: una epístola /
La Esposa del Mercader del Río: una epístola /
A la manera de Li Po
Cuando yo aún llevaba el cabello cortado sobre mi frente
Tú viniste con zancos de bambú jugando a los caballos,
Caminaste junto a mi asiento, jugando con azules ciruelas
Y seguimos viviendo en la villa de Chōkan:
Dos pequeñuelos, sin aversión ni sospecha.
A los catorce años te desposé, Señor Mío.
No me reí nunca al ser tímida.
Bajaba la cabeza y miraba a la pared.
Llamada, mil veces, jamás volvía la mirada.
A los quince años dejé de fruncir el ceño,
Deseaba que mi polvo se confundiera con el tuyo
Por siempre y para siempre y por siempre.
¿Para qué subir ya al mirador?
Te fuiste cuando yo tenía dieciséis años,
Te fuiste a la lejana Ku-tō-yen, junto al río de los remolinos,
Y has estado fuera cinco meses.
Los monos hacen un ruido muy triste allá arriba.
Cuando te fuiste arrastrabas los pies.
En el pórtico ahora ha crecido el musgo, musgos distintos,
¡Demasiado tupidos para podarlos!
Las hojas caen prematuras este otoño,
al viento.
Las mariposas emparejadas ya amarillean en agosto
Sobre la hierba del jardín del oeste;
Me lastiman. Envejezco.
Si has de venir por los vados del río Kiang,
Por favor, avísame de antemano
Y yo saldré a recibirte,
Yendo hasta Chō-fū-sa.
(Traducción: Grover González Gallardo Poesía )
Ezra Weston Loomis Pound.
(Fuente: Catalina Boccardo)
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