sábado, 2 de noviembre de 2024

Jaime Bristilo Cañon (Chile, 1969)

 

Curatoría
msrperformance23
JAIME BRISTILO CAÑON
POETA1969CHILE
HIPPODROME CIRCO libro2001selec.Ω
 
 

PERPETUIDAD DE LA ESPECIE
 

Contigo pan y cebolla,
amor de pobre,
esperanza eterna y tradición familiar.
 
Contigo en la distancia
hasta la muerte, contra la muerte
alma corazón y vida, pan y cebolla, circo.
 
 

PAN Y CIRCO
 

Corales vive cada noche al día.
El mayor espectáculo del mundo se interna lejos de la buena risa.
Destrenzadas las maromas cierta violencia cohabita su mente hasta cuando piensa
que en taquilla no todas las cosas están así de mal:
eyacula cuando lo necesita;
fecunda su fiebre aunque cada mañana despierte pateando la perra suerte
por ser de verdad y navegar a Dios,
ambos descubrir América cortando rutas distintas.
A la defensa el público atestigua en favor de hacer polvo la piedad.
Sin respiración que resista por más tiempo
asegura que los pesos se acumulan en gramos desiguales.
Siempre se da el riesgo en estos números descabellados de que el fiel de la balanza peque por aquello de lo que seríamos capaces ante nuestro propio paredón.
 
 
 

TELÓN
 

Alicia crece al centro de la pista,
a la medida de su canto se eleva en un vestido que es toda la carpa,
muda el color, se mueve y gira, levanta bordes de esta lona que ya no es a tierra,
se arremolina con viento fresco en torno al eje de sus piernas, ligera, cada vuelta como la primera vez
 
Cielo que se cubre bajo el ala del sombrero, hasta la faz entre tinieblas cae el olor de la humedad;
en la nariz salpican las primeras gotas de una lluvia que este sexo parte de vuelo a entonar.
 
Otra vez y más acaece la tarde sobre nuestro circo de cada día.
Los animales se retiran del juego, han mordido el polvo hasta la próxima
 
Un zarpazo se cierne sobre arenas romanas. Domador y fiera dormitan bajo coronas de laurel.
entre pieles, cabeza humana en fauces y que siga la función.
 
 
 

GLAMOUR
 

Dos piernas entrelazan una cuerda que lleva al cielo, lentejuelas
fundamentadas en un cuerpo perfectamente luminoso de acrobacias nocturnas
Ilaman a rebato;
tiende la cúpula cabellos desbocados de abrigo al pecho,
las leonas se recogen. Los aposentos recobran un sentido efímero.
Allende la pista es noche repleta para el peso de esta hoja que se resiste al otoño
encumbrada en su medialuna y aros.
Ataviados de relumbrones perecemos tan ciegos
que las mujeres de nuestro circo podrían estar desnudas y no las veríamos.
 
 
 

NIÑA DORADA DE PEKİN
 

Es una almohada esta pelvis imperial que se recoge sobre sí.
Dislocadas las caderas
se pretende a las arrogantes pistas personales en ubicuidad de miembros al acecho
Más allá del propio metro cúbico la niña roja que tiene loco el cuerpo tiene loco a Escher que la quisiera chupándose como una servilleta el vino derramado sobre su dibujo, cogido el entendimiento ante esas manos que por cierto aquí se muerden la cola
y aplican desafío contra natura sobre el grafito de un tapete
Cómo quisiera Escher estos candelabros en las extremidades de sus castillos de arena en el aire,
cirios festivos en religiosa observación de la gravedad, como senos y una niña
no más de una docena de velas iluminada por cientos de ellas a sus pies,caleidoscopios
haces humeantes de luz para una mirada que por algo no encuentra frontera.
No hay dibujo que resista ni punto para Escher que no esté en alguna parte de este mundo ni del otro.
ni siquiera en esta niña que demuestra y hace sonreír a tono los antípodas del universo.
 
 
 

SIAMESAS
 

Fueron enterrados con sus objetos
fueron restituidos con pesados collares
("Antiguos principes", Efrain Barquero)
 
Ahora que estás inanimada, mitad,
que de tu par paso a esbirro en este traje de madera a la medida.
más que nunca viva te miro a los ojos con servilismo egipcio, Lázara,
me voy al viaje en tu barca.
Atada de pies y manos a tu cuerpo te llevo los cacharros:
cada vasija sin trizadura por no abismar el camino
de las semillas prácticamente germinadas para la posteridad.
 
Hermana, los demás artistas procesionan la despedida,
el colorido mortuorio en los pétalos de las pergoleras
cubre el cortejo desde la carpa.
Entre el barro y el sol, como nosotras,
en perfecta constitución la banda no deja de anunciar la ruta
hasta el mausoleo común donde perpetuaremos casi póstuma nuestra leyenda fenómena.
 
 
 

DAMA CON BOZO
 

Una mujer frente al espejo,
su cuerpo renacentista pintado al óleo,
los maquillajes se cierran,
se abren otros.
 
Su mirada cala entre la cabellera inmensa catarata que transcurre por el respaldo de la silla
hasta una cama de aspecto fluvial.
 
Una mujer en vitrina que lleva una vida común
duerme, se deleita,
va al privado y vuelve.
 
Su cuerpo es un mundo blanco lunar;
orbita sobre dos pilares que sostienen las puertas de palacio.
 
Ligera de ropa y cascos, risueña del asombro coquetea con esa sonrisa que tras sus barbas me dice que sí, caballero,
este delicado fenómeno de la naturaleza
es para usted.
 
 
 

CIRCO DE FIERAS
 

El sol en su cenit una mañana dei séptimo de los romanos.
Las jaulas desde el aire son arañas que extienden las patas de su sombra encima del peladero,
el bestiario se despereza, los animales se inquietan presagiando;
cristianos voluntariamente van a las fieras, limpian sus encierros, dan de comer a los sabios
 
Los exóticos se aprestan a saltar a través de argollas bañadas en llamas de amplios quilates
Una nueva función viene renqueando por el camino.
 
Un hombre valiente no teme ver desde el interior de la celda aunque evidencie su descontento.
Entre los demás depredadores vive su cautiverio, espera el turno de su desgarro
el día que los animales decidan dar circo a la concurrencia.
 
 
 

REINA PRIMAVERA
 

Rugen leones enjaulados en Peñalolén,
la carpa del circo se estremece,
el barrio se vuelca a las calles.
 
Niños sin marraqueta bajo el brazo
buscan a tientas en las esquinas,
cazan perros y gatos quiltros sin collar
-su entrada triunfal-.
 
Los hermanos mayores esfuman.
A la sombra de sus árboles genealógicos en perenne otoño
parlan al aire atracciones vencidas, maquillajes a parches.
Es hora. En lo alto de la carpa miro las estrellas.
La tarde cae.
Todos los volantines del cielo van cortados.
 
 
 

INICIACIÓN DEL PELUSA
 

Un niño pinta su rostro con corcho quemado.
La ropa hecha jirones para tales payasadas, sus pies descalzos
demasiado pequeños sobre tanta tierra que caminar.
 
Un tizne de carbón ilumina el rostro del niño parco en su función de trasnoche.
 
Ante el zaguán de la carpa una mano se le tiende desde dentro.
El tony chico abre los colores de su mirada que palpita.
 
A oscuras en la pista, de madrugada,
toda la atención del público imaginario que pueda repletar galerías
descubre un payaso blanco en un niño negro.
 
 
 

FUNÁMBULO
 

Payaso de luto, descalzo
va por el alambre, tala noche
tétrico rostro sin red, sin pescar función
su chalupa se mece, agua bote, cuerda floja la noche no acuna.
Niño navega sobre cable trenzado en canas
o hilachas de vestido nupcial embotellado al mar.
No hay peces en la carpa,
vacío hay
silencio sin globos de aire desde el fondo
ni fanfarrias para el sonámbulo que en vez de dormir en paz
muere de tedio natural a esas alturas en tales vientos del alma.
 
 
 

ESCAPISTA
 

Inmerso en cadenas de pies y manos,
útero acerado,
inmaterial camisa de fuerza sellada al vacío,
cautivo escarba a cucharadas un muro amniótico.
 
 
 

YING/YANG
 

Dos enanos en la pista juegan
se abofetean, él debe irse,
es un doblaje
y en galerías esos niños ríen que ríen.
 
Es la misma pareja pequeña
que cada noche observa su silencio en la mirada del otro.
Sus manos cuerpo a cuerpo dan un recorrido así de lento, breve
como larvándose la tibieza del prójimo
en una balsa inmensa que levita, brilla y se agita, su cama.
 
Esa pareja que se golpea con música de fondo
nocturnal aplica labios en las marcas húmedas,
susurros que todas las madrugadas se repiten en un recuerdo
por si mañana llegaran a no sentir lo mismo.
 
Dos enanos en el circo son parte del espectáculo;
esa pareja en su cama es grandiosa.
Una reverencia al Respetable, una fanfarria,
un solo líquido inunda la noche
y estos niños ríen que ríen.
 
 
 

FILO
 

El tragasables traga clavos oxidados, saliva fuego, lo apaga, vive trance.
En este extraño tipo de empalamiento prevalece amurallado entre floretes, repta una lágrima,
muerde su mejilla hasta desenvainar el hierro que a pesar de no cortar esa carne
sí alcanza a mantener su número por un eterno instante sin aplausos al filo de la vida.
 
 
 

HOMBRE PÁJARO
 

Calentura,
encumbrar el vuelo más alto,
derretir la cera de pluma icara.
 
Artista del trapecio,
por querer llegar al sol
conocer el abismo al fondo del mar.
 
 
 

FALLA

Los encordados dieron reparo al vuelo del Águila humana
Decúbito dorsal un cuerpo yace en cuadrícula exacta tras su peso por la cortante red.
 
 
 

ARTISTAS UNIDOS
 

Los que no vamos a morir por mano propia en primavera,
salvo error u omisión irreconciliable, la saludamos.
 
Primavera de noche negra, violácea oscuridad resplandeciente, candilejas
tal como de dia colores, otra vida.
 
Tatuados de tinieblas preferimos toda la luz
sobre la humedad de un cuerpo amortajado en humores recónditos:
los que no vamos a morir cerramos los ojos a las flores, no al aroma;
elevamos en tinto nuestros corazones para el dia de todos los santos,
hasta dónde se da un paso,
hasta cuándo podremos seguir viviendo tan inocentes.
 
 
 

FIN DE TEMPORADA
 

Enmarcado en ampolletas que pestañean y rechinan
un espejo repercute el espacio del camerino La estrella de la puerta fugaz es un colgajo inútil para estos tiempos, abierta,
el número se ha perdido entre complicados andamiajes,
adónde van.
 
En el silencio de las marchitas
permanece el bronce de los floreros helados. Nadie recuerda minutos restantes, nunca un mozo trajo esquelas
y los envoltorios de confiterías exquisitas gastaron su color,
perdieron el aroma, se desintegran faraónicos pasados a sigio
 
Nítidos contrastan verdad y bruma,
a qué conducen,
a qué realidad el vaho del último suspiro sobre vidrio muerto
insiste en derramarse haciendo crónica,
contando los días de una mariposa que por tierra se arrastra sobre arruga de una mejilla que no vuelve a ser la misma,
que fetal en su capullo ausente reina hasta la próxima temporada
 
 
Ωre RÍOS√2024
 
 
(Fuente: Marcelo Sepúlveda Ríos)

 

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