LLUEVE SOBRE EL MAGDALENA
LLUEVE SOBRE EL MAGDALENA
el río apurado
empuja tarulla y ramaje,
arrastra
terneros, cristianos, alacranes.
en los campos anegados
las culebras
se enroscan en el quebranto de los troncos,
los gallinazos
escampan inicuos
batiendo sus alas funerarias,
y las vacas agarrotadas
mugen preñeces, desesperación.
envuelta en la quietud
de la siesta calentana
una mujer fuma,
sueña,
huele a plátano maduro.
su modorra espejos trizados,
sus labios gulupa y humo,
sus pezones pardos
ramas erguidas,
estacas confiables contra la corriente.
la muerte
en su atavío de agua
la llama desde el río.
ella sabe
que no es quién
para rechazar el traje de novia
que le ofrece
la sesgada cadencia de la lluvia tropical.
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