ANTONIO
barreros y jetones
sucumben a la pregunta
(y a la carnada)
Dónde está el pescador
descalzo y huérfano?
El de piernas flacas
y vida lánguida
que improvisa días
y bajo la luz tenue de la noche
mendiga refugio
Dónde ejercita ahora
la destreza silenciosa
del cajón y la gamuza?
Guarda aún
en el bolsillo roto del pantalón
las monedas
y los sueños?
El artista de las orillas
de arena y barro
sigue conservando
la única foto de la infancia?
Tiene las manos tatuadas todavía
por la tinta de la pasta de celulosa?
o pudo mandar a la mierda
al verdugo del galpón?
El plateado cardumen extraña
al niño de las rodillas en maíz
que burlaba orfanatos y castigos.
Se pregunta
Si salió ileso de tanta indiferencia.
Los sábalos del río Salado
se destacan
por su exquisito sabor
a carne del litoral
pero más
por su ingenuidad
(Fuente: Daniel Rafalovich)
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