lunes, 1 de marzo de 2021

Sigitas Parulskis (Obeliai, Lituania, 1965)

 

 

FRÍO


 Madre

 con Madre


 bajamos 

 al sótano a buscar pickles


 El agua del barril estaba turbia

 el líquido cubierto de moho

 Madre dijo


 Ah, pero el agua está fría

 el agua está fría repetí yo


 y de dónde viene este frío

 que me entumece el brazo


 tal vez de la oscuridad

 de la noche o del suelo


 del suelo


 debajo del suelo hará aún más frío




 EL MURO


 cada mañana yo solía correr al cementerio

 adyacente para

 desparramar los fragmentos de sueños

 y de olores desagradables que se habían juntado durante

     la noche,

 en ese lugar de mi cuerpo donde sospecho

 que el alma yace dormida


 era un cementerio extraño - los católicos,

 los ateos y los ortodoxos reunidos en una punta

 en la otra -sólo judíos, aunque leer

 lo que estaba inscrito en las lápidas cuesta creer

 que para ellos la Torá era el más importante

 de los libros


 un día el cementerio fue dividido por un horrendo

 muro de bloques de cemento


 me gustaban los cementerios - el miedo a la muerte

 lo alienta a uno a saber todo más íntimamente y no

 a salir corriendo

 cuando apareció el muro comencé a evitar

 visitar ese sitio


 los muertos que no pueden hablar entre sí son más terribles

 que los vivos que se estrangulan unos a otros




  BIBLIOTECA

           "de pronto se abrieron los estantes y entró un niño..."

                                                           -Kornelijus P.


 Yo estaba sentado en la sala de lectura de la biblioteca, 

     el gran hall 

 junto a una mesa enorme, absolutamente solo, la

 copa de mi cráneo rebosando

 con el vino de la información de cien años

 mi cabeza hilaba de ello, como lo hicieran

 las largas sombras

 que caían de la espalda de las sillas


 Luego, hacia el atardecer, un hombre al que

nunca había visto antes, vestido de negro, se me acercó

 dijo que era un vendedor, zumbando un poquito,

 el sonido de la "r" como un engranaje saltando en su garganta


 Me ofreció un reloj, hecho en 1908, Señor, dijo

 no se arrepentirá.

 "Solitarios" relojes dorados de bolsillo con cadena-

 los mejores

 la elección de ese año, cada uno de sus minutos será

 oro sólido, aún para mí Señor, diciendo estas palabras

 la voz del hombre cobró un tono patético - tendré algo

 para recordar

 cuando en 1943, yo un anciano 

 padre de tres, desnudo, sin siquiera

 un pequeño bolsillo

 para un reloj de bolsillo, me arrearon

 dentro de la cámara de gas.

 

***



SIGITAS PARULSKIS nació en Obeliai en 1965. Es poeta,

ensayista y dramaturgo. Estudio lengua y literatura lituana 

en la Universidad de Vilna y actualmente da clases de es-

critura creativa en la Facultad de Filología de esa Universi-

dad. 
Ha recibido numerosos premios literarios, incluyendo el 

Premio Nacional de literatura en 2004.

Ha sido traducido a numerosas lenguas. Tal vez estas sean

las primeras versiones de sus poemas en castellano.

Vive en Vilna.



 


 Eugenijus Alisanka (Ed.) Six Lithuanian Poets. Arc Publi-

 

 

(Fuente: Idiomas olvidados)

 

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