SOBRECARGA SENSORIAL
Esta Receta de “Súper Café” está Dejando Aturdidos a
los Médicos.
Paquetes de cruceros para Alaska: 50% menos.
Sentarse en exceso está matando lentamente a los
oficinistas de los Estados Unidos.
Reduce la inflamación con CBD, derivado del cáñamo,
mientras
buscas tu épica aventura turística.
¿Por qué la Antártida es la opción OBVIA?
¿Estás usando q-tips? Es muy probable tengas los oídos
sucios por dentro.
CBD y sus comprobados beneficios para la salud
revelados
por un singular truco de carburo que quema hasta 1
LIBRA por DÍA.
Alaska... un lugar como ningún otro que antes hayas visto.
Prevén y trata el hongo de las uñas con esto:
Los distribuidores despejan en el acto tus uñas
descoloridas,
que podrían infectarse por tu intento de ser más activo
ante la pavorosa e inspiradora belleza de Alaska
y mejorar la iluminación de tu garaje o de tu espacio de
trabajo,
lo cual es una solución permanente a los paquetes de
cruceros de último minuto
desde tu carro equipado con tu fijo pedido de escritorio!
Pero debes tener cuidado, la baja testosterona se está
apoderando de tu hombre.
¿Buscas un elevador de escalera para tu hogar?
¿Buscas un elevador de escalera para tu cuerpo?
¿Buscas un crucero para cualquier parte menos para acá?
¿Buscas algo para quitar el dolor?
¿Todo eso junto?
¿Completo?
¿SOY DEL BRONX?
Si el Bronx es una pendiente de historias de amor
contadas en lenguas diferentes,
entonces South Riverdale y Kingsbridge eran
donde aquellas lenguas se envolvieron a mi alrededor.
Pero Riverdale no es el Bronx, dice él.
Kingsbridge es una bachata que irrumpe
por tu ventana a las 2AM.
Policías morenos llorando en el espacio
entre su corazón y su cadera.
Muchachos morenos que traen cuchillos a la escuela
porque los matones odian a los maricas.
Un tipo flaco y gris acechando bajo la sombra de ladrillos
tostados,
ofreciéndome paquetitos de cocaína.
A los 15, yo comprándole a un desamparado cocaína por
10$.
Es el depravado que sigue a esa niña de 12 años,
silbándole suavemente a su trasero.
Es un coquito frío en un caluroso día de verano.
Alargadas cuadras de familias que se mezclan,
cantando y bailando toda la noche a pesar de las canaletas,
debido a las canaletas.
Canaletas que se llenan con el agua de los grifos de
incendio
para trocar un lugar de dolor en un parque acuático.
Son los niños, las mamás y las titis
quienes no lo llamarían un lugar de dolor.
Crecí al fondo de Riverdale,
en la cima de la colina que se derrite en Kingsbridge.
Crecí en parques blancos,
con noches silenciosas envueltas por familias judías
cada vez más enojadas con aquellas madres morenas
como la mía que allí se mudan,
donde la gente de Kingsbridge trabajó duro
para que sus hijos crecieran,
preguntándole a mi mejor amigo
por qué no me dejaba visitar su casa,
observando a los rabinos hablar con desprecio a los
judíos
demasiado pobres como para pagar la membresía de la
comunidad.
Quizás Riverdale ya no sea el Bronx,
pero he pasado noches bailando al compás de esa bachata
de las 2 AM
retumbando desde un automóvil estacionado.
He probado la dulzura de esos coquitos
y las lágrimas de agua salada
de las madres que rezan de noche a un Dios indiferente,
secretamente estadounidense
quien mantiene cerradas las puertas del puente.
Quizás no soy del Bronx,
tal vez soy el hijo involuntario
de un acto de amor cultural
tan lleno de violación y cariño, que me permite marcar las
líneas
de dónde termina mi Bronx y de dónde comienza.
PALADAR IMPOSTOR
Hace 15,000 años, año más año menos,
mi familia puede o no haber cargado arroz
sobre sus espaldas en hielo, lodo y piedra
para llegar a campos sin sangre
para empujar aquellas pequeñas semillas
al fondo por debajo del aliento de la tierra
para comerse su botín durante 15,000 años,
año más año menos.
Mi profesor de color se refirió a mí
como estudiante de color una vez y
yo no estaba seguro de qué hacer con este título.
La primera generación en mí quiso brotar una lágrima,
pero sabía que me estaba otorgando un honor
que no podría ostentar.
Yo sabía que no era así.
Sabía que mi bisabuelo fue lo suficientemente inteligente
y afortunado para dejar su vida, familia atrás.
Llevar el peso de su linaje muerto, sus padres,
un yunque en su espalda,
tinta negra quemada sobre brazos
ya incapaces de alcanzarse unos a otros.
Pero no los brazos del hombre cuyo nombre no me he
ganado.
Corrió veloz con fantasmas
de la roja Rumania al rojizo Perú
y conoció a una hija de caminantes de arroz.
Mezclaron su sangre, jodieron la mía,
confundieron mis lenguas.
Los rumanos comen papas y pan.
Su nieta se escapó de casa.
Se llevó una mochila azul de nilón repleta
de ropa y sueños a Jerusalén.
Allí conoció a otro velocista, blanco con rizos de oro.
Los argentinos son los europeos de América Latina.
Su gente también corrió.
Por qué la pareja corrió junta a la tierra de la esperanza
rota,
de la metralla de expectativas empapadas de sangre
caliente
mohicana, japonesa, y pronto latina-
Yo no puedo ser de color con piel pálida,
sangre colonizada, refugiada y mas blanca que morena,
castellano que me cuesta.
Yo no soy de color porque 15,000 años de color
viven en el arroz que no como,
año mas año menos.
(Fuente: Sol negro)
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