EN VENTA
Vendré a vender
mi corazón
en el mercado.
Vendré a hacer
la cola del nacional
del municipal
del Guggenheim.
Simularé que no pasa nada
esperaré cantando bajito
saludaré con alegría
a otros integrantes
del “palo”, un poco
asustados. “Calma”,
les diré. Saber que
no sé cómo seguir
me hará sonreír
en silencio.
Mi corazón aguantará:
es grande, casi
demasiado, pero lo tengo
controlado por pastillas.
La vida es una novela,
me dijo una vez
el Tordo,
hay que pelarla
llorando. Los dos
nos largamos a reír
como si nos hubiera
salido bien
una formidable estafa.
Afuera llovía.
Adentro, también llovía.
*****
PROPÓSITOS COMPLEJOS
Quisiera ser distinto en muchas cosas,
pero yo soy yo, no otro.
Tener manos de movimientos más delicados,
y no éstas prensiles y tecleadoras
de teclas de PC, no de pianos Steinway
como seguramente habría querido mi madre
cuando vivía, allá en el antiguo
bulevar Oroño del peligroso barrio Sur.
Quisiera haber sido un poco menos crédulo,
pero la misma madre pianista y cocinera,
mantuvo en mí la creencia en los Reyes
hasta avanzada edad, con terca decisión.
Así que ahora crédulo sigo siendo
hasta cierto punto, en un mar de seres
astutos, filosos, hasta avivados.
De nada sirve, creo, que no los considere
envidiados gestores de un saber
sino entusiastas papanatas de un falso saber.
Me habría gustado vivir para llegar a viejo,
pero ahora ya llegué. Eso no cambia nada,
todo sigue igual de potente, igual de trancado,
igual de humano, en todo sentido. Todo, digamos,
¿es lo mismo? A veces sí, a veces no, el
distribuidor de caminos no cambia el ritmo,
ni la variedad. Para decirlo de otro modo, imitando:
no me gustaría vivir con Ursula Andres, pero a veces sí.
A veces, o un poco tarde, o aún: me habría gustado
ir a la Luna, pero es un poco tarde. Me habría gustado
ir al cielo o al infierno, pero es un poco temprano.
(Fuente: Tema: Poesía)
No hay comentarios:
Publicar un comentario