INVENTARIO DE PÁJAROS ROTOS
INVENTARIO DE PÁJAROS ROTOS
Akutagawa se suicidó con una sobredosis de barbital,
aunque el ruiseñor que aleteaba bajo sus párpados
aún vive.
A Nerval se le veía pasear a una langosta
con una cinta azul.
Su cuerpo fue encontrado colgado de una farola.
José A. Silva se disparó una rosa de azufre
tras desayunar unas sardinas con crema de afeitar.
Antes del fusilamiento de su marido y al ver a su hija
llorando flores en un campo de concentración,
Tsvietáieva se ahorcó con una orquídea.
La bala que mató a Maiakovski aún le da vueltas a la tierra.
Sylvia Plath metió la cabeza en el microondas
para sacarla debajo del agua.
De Anne Sexton no quedan ni sus huesos:
si alguien abre su tumba
verá que está llena de pompas de jabón.
Celan se arrojó al Sena tras descubrir que era un poeta
y no una salamandra melancólica.
Watanabe fue enterrado con todo y alma
bajo un algarrobo.
No se suicidó,
pero el caimán asustado que dormía a su lado
hoy duerme conmigo.
Ahora entiendo por qué Dios
ha desmentido estar en todas partes.
CAJA NEGRA
CAJA NEGRA
Cuando la avioneta se estrelló,
yo aún no tenía una vida asignada.
Era tan sólo el brillo
de un montón de ideas de mi abuelo,
amontonadas como nieve fresca.
Lo siento, decía que en aquel momento
yo era un montón de ideas,
pero no es cierto.
A pesar de no existir, recuerdo el brillo del cuchillo
cortando el cordón que me unía a mi madre
y que solamente sirvió para que sus
fantasmas
no fueran mis fantasmas.
Es decir, la no existencia no quiere decir la no memoria.
Mi abuelo tenía razón:
la vida es un joven piloto inexperto atravesando en avioneta
una tormenta de nieve.
Cuando lo entendí, pasé de ser un montón de inexistencia
a ser un animal vertebrado
como lo era Ritchie Valens,
a quien apenas le habían salido las plumas cuando murió.
Cuando morimos.
La noche del accidente, Ritchie
ganó un asiento en la avioneta estrellada
apostando a «cara o cruz» con otro músico
que no quiere aparecer en este poema
y lo entiendo.
Tampoco yo quisiera aparecer en este poema.
Qué habría sido de la vida de mi madre
si mi madre hubiera sido un montón de ideas
y no la última estrella que vio Ritchie Valens
antes de estrellarse.
Qué habría sido de mi vida
si hubiera sido mía y no una avioneta estrellada
en la memoria de mi abuelo.
SOBRE CÓMO UN POEMA SALDA LA "LÍNEA DE PRESIÓN" DE LA PÁGINA EN BLANCO
SOBRE CÓMO UN POEMA SALDA LA "LÍNEA DE PRESIÓN" DE LA PÁGINA EN BLANCO
El comentarista dice que es como un «Verso Libre».
Se refiere a un futbolista
que se mueve por todo el frente de ataque.
Quizá tenga razón,
el verso no es libre porque deja de rimar,
sino porque engulle el silencio entre las palabras,
aquello que no dicen,
como ese «Verso Libre»
que busca la espalda de los defensores,
lo que no ven.
«Muere el balón en los pies de Torres»
dice ahora el locutor.
El objeto esférico ya no gira, pero late.
No lo han tocado, pero el «Verso Libre»
se retuerce de dolor
sobre la página en blanco.
El árbitro se niega a «detener el tiempo»
o la idea que tenemos sobre el tiempo.
«Dios estaba con nosotros, pero el árbitro no»
sostiene otro jugador, Stoichkov,
sin saber que ambos son lo mismo.
El «Verso Libre» es sacado sobre una camilla:
como el poema,
se ha roto para encontrar el vacío.
Como si dejarse caer en el área
o sobre la página en blanco
significara que de pronto te crecieran alas.
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de "Miel para la boca del asno" Visor Libros 2023 - XXI Premio Emilio Alarcos de Poesía del Principado de Asturias
Fuente: Círculo de Poesía
(Fuente: Oscar Vicente Conde)
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