(Vallejiana)
(Vallejiana)
Luchan los desgraciados intestinos
después de cada parto de los sueños
y acaso sientan que ellos son los dueños
por desafiar a muerte a los molinos
a entender la pasión de mis empeños
y la infinita luz de los ensueños
que me revuelcan en sus remolinos.
Porque me siento el sucio escarabajo
que se alimenta de su propia mierda
pero cuidando que nada se pierda
en el triste trajín de los de abajo
y el oro sea de todos y haya un tajo
que vierta amor sin que el dolor lo muerda.
(Fuente: Facebook)
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