La niña y la nube
.
.
.
.
Subí
le dijo
la nube
a la niña
que absorta
la miraba
como quien mira
un transatlántico
que es un viejo de barba larga
que es una inmensa tortuga de mar
.
.
.
Estas cosas
que ahora ves
y conoces
seguirán ahí
cuando regreses
le prometió
al ver
que se aferraba
todavía
al mundo
dudoso
de una flor
.
.
.
Seguirán
es cierto
y sin embargo
al igual que vos
ya no serán
las mismas
.
.
.
Verás
yo te debo:
.
.
.
como esa flor
que permanece
unida
a la vida
por su tallo
así sucede
con la nube
cuando un niño
la mira
.
.
.
Niña
si no hubieses
corroborado
mi existencia
con tu ojo
limpio
como el agua
imbebida
del primer
arrollo
que se arrojó
al mar
dime
si yo
efectivamente
existiría
.
.
.
¿Existiría,
niña?
.
.
.
Te debo
y como pago
de esa deuda
vos también
serás
propiamente
una nube
.
.
.
Sabrás
que el mundo
no es redondo
como dicen
los hijos
de Galileo
sino una masa
gaseosa
que imita
la idea
de quien la mira
burlándose
.
.
.
verás que
es inmenso
y sin bordes
semejante a un deseo
obstinado
que no cesa
.
.
.
plano como una tabla
sostenida por infatigables
elefantes
que cabalgan
sobre la incongruente
tortuga
.
.
.
También un óvalo
una esfera
una enorme panza de dragón
que duerme
todavía
y nos sueña
.
.
.
Será
en fin
como ella quiera
que seas
niña
.
.
.
Pero
sobre todo
una boca
colosal y famélica
que se devora
y se engendra
y de su eterno
regurgitar
brotan las cosas y
los seres que a su vez
son bocas
que se devoran
y se engendran
y así niña
así
desde que el
universo tuvo hambre
de su hambre
.
.
.
descubrirás que un día
no se mide
por el constante
trepidar
de los relojes
sino
por el tiempo
que dura
la dentella
porque no mastica
niña
esta boca
muerde
y desgarra
la pura carne
de la existencia
.
.
.
sí
verás eso
y mucho más
empero
como dije
todas estas
cosas
seguirán aquí
cuando regreses
tu casa seguirá erigida
sobre esta misma piedra
y el sol
insobornable
relumbrará con una luz
igual que ahora
.
.
.
Seguirán
niña
es cierto
y sin embargo
ya no significarán
excusas
a las que aferrarte
para no partir
***
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