Crecimos con la idea de estar condenados al éxito
llegar primeros
hacer goles con la mano
éramos la Patria y la infancia
todo junto sin desperdicios
el sol alumbraba los campos
enterrábamos monedas
y crecía un Banco
un paisaje que envidiaban
los turistas del mundo
pero un día el milagro dijo basta
sacaron del fondo de la tierra
los huesos que tenían enterrados
para decir esto es lo que merecen
raspen la carne que les queda
beban de esta sangre
dividan la fe con la que
buscaron sobrevivir
todo este tiempo
hagan de cuenta que
perdieron siempre
que lo único que tenían
era condena
que el éxito era un cuaderno
anillado.
(Fuente: Facebook)
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