domingo, 31 de diciembre de 2023

Daniel Arella. (Caracas, Venezuela, 1988)

 

 

 

 

 

Un humilde refugio nacido del más obscuro anhelo,con una entrada de temblorosos quiciales, ahí creaste tú un templo en el oído.

Rainer Maria Rilke

 

 

 

 

 

 

Diamante

 

y por un río nuevo,

sin mirarlo,

con pueblos de sonido

y longitud de Arcángel.

Eunice Odio​​ 

 

 

En la tarde se incendia el río​​ 

hasta los aleros de las casas,​​ 

la tristeza enamora el viento hacia la noche,

en la cima palmeras lunáticas​​ 

estrellan su pecho en éxtasis contra la tormenta

Cristos de Diamante, me digo,

cuando veo el cielo abierto

como la panza de una vaca degollada

atravesando el puente del Alba​​ 

con el rostro hechizado y lleno de presagios.

Alcé los ojos más allá del río

y las estrellas me invitaban a su pueblo

donde cabía mi angustia antigua de reclamar

el reino traslúcido del sonido.

Bajé la mirada hacia mi paso​​ 

y vi toda la carne:​​ 

la invadía una luz de río vertical​​ 

En mi frente la estrella rodaba siendo niña por primera vez

El cielo desapareció para verme

El río es el sol

Estoy solo

La tarde​​ 

no cabe​​ 

en mí.​​ 

 

 

 

 

 

 

 

Aparición del arcano

 

Inmisericorde hermano

cuánto nos han mentido

cuánto nos hemos manchado

En la mitad del otro paso mayor.

Cuánto nos mitigaron

Cuánto nos emplazaron a fuerza

Catatónicos en la llanura.

Qué si nos fuimos, inmateriales a alabarte

tú que nunca fuiste desnudez ​​ del pecho​​ 

campo diurno masacrado por raíces.​​ 

Traslúcido imantabas al país de los árboles​​ 

raquíticos por la luz​​ 

reemplazados a una tierra movediza.

Llaga verbal inventada por la premura.

Nos apersonabas en el concilio

tú que entrabas muerto a pertenecerte

que estabas ido a volver con los delirios,

refugiado azul, ​​ ovalado, valiente y ​​ puro.​​ 

Símbolos: ángeles pordioseros dispersos de semillas

   ​​ ​​ ​​ ​​​​ (cerraduras de lo invisible)

Ojos que frotan el aire de lo ascendido

purificando el oro de los adioses

flotas en coronas​​ 

y arcanas.

 

 

 

 

 

 

 

 

Idioma

 

A mi padre​​ 

 

 

Líquida llave  ​​​​ animal oscuro

silente presagiando con lentitud los pistilos

vibrátiles consumaciones del ángel mártir

perdón masivo​​ 

que hace de las flores flotantes esbeltas osadas ​​ desconcertantes simientes ​​ 

persecuciones de la luz​​ 

desvirgado cielo​​ brotando la alegría

cerveza de espuma

​​ hongo de la tierra púrpura

 ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​ transparencia-psilocibina puliendo las sílabas​​ 

hasta hacerlas sonar en el río

como el paraíso insaciable,​​ 

timbales,

precipicio de la música​​ 

dolor arqueando el esqueleto del árbol​​ 

​​  en la verticalidad de su asombro​​ 

bestias impuras que comen en silencio sin ser vistas

en la sombra murmuran el misterio​​ 

su idioma circular​​ 

como los ojos de la lechuza intactos por el hechizo. ​​ 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Bautismo

a Violeta Anú

 

 

Escribo derretido por las geometrías de la Diosa

Floto en florescencia dentro del placer

Llego a la belleza que desvanece poros en cristales

Me interno en los serenos bosques violetas

Cierro los ojos con ardor

El Fuego que es uno tatúa el círculo del cielo en mi frente:

Veo los sonidos enhebrados por la esfera única​​ 

Devoto soy en cada pétalo​​ 

El Sol despierta su ojo oculto negro de llama púrpura

Nos dejamos quemar por el corazón de la Diosa

en la luz telar de los rombos de fuego.​​ 

 

 

 (Fuente: Círculo de poesía)

 

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