No era para andar tocando el cielo
pero antes era más alto
sé que con la vejez vienen las reducciones
se juntan las vértebras
con la ilusión
la cabeza con el olvido
las arterias con los planisferios
el papel para escribir
con el miedo a la muerte
pero debo tomar
la naturaleza como viene
aprovechar ahora que estoy
más cerca del suelo
para andar juntando moneditas de cinco
de todas maneras mi afán nunca fue
tocar el cielo con las manos.
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