¿PUEDES CREERLO?...
¿Puedes creerlo? Me preguntaron
sobre una vida después de la muerte
y respondí: sí
cómo podría ser
allí.
Sólo sabía una cosa:
no una jerarquía
de santos sentados en tronos dorados
no una caída
de almas condenadas;
tan sólo
sólo amor hecho libre
nunca exhausto
fluyendo por encima de mí.
No un rígido manto de oro
salpicado de joyas;
un vestido ligero como una tela de araña
una exhalación
alrededor de mis hombros
dulces caricias
como olas tirrenas en cierta ocasión
como palabras aquí y allí
ráfagas de conversaciones,
venid venid.
Una red de dolor regada con lágrimas
un viaje por las colinas y valles
y tu mano
de nuevo en la mía.
Así tumbados lees en alto
me voy a dormir
me despierto
me duermo de nuevo
me levanto
tu voz me da la bienvenida
me libera y siempre
de inmediato.
Así, pues –preguntan los interrogadores–,
¿no esperas algo más después de la muerte?
Y contesto:
no espero menos.
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en “Lugares”, Pre-Textos, Valencia, 2007. Trad. del alemán, Fruela Fernández.
(Fuente: Jonio González)
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