A este poema ha aludido hoy Adam Michnik al recoger el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2022.
(….) Desde las páginas del diario que fundó, Gazeta Wyborcza, en la actualidad uno de los periódicos de mayor difusión de Europa central, Michnik siempre ha defendido el diálogo por encima de toda clase de divisiones entre las más diversas culturas, razas, ideologías, sociedades y etnias. También es un firme defensor del ingreso de su país en la Unión Europea. El reportero pasó seis años en las prisiones del régimen comunista polaco y fue uno de los impulsores de la reconciliación nacional, tomando como ejemplo el modelo español de los Pactos de la Moncloa a los que se ha referido expresamente como “camino hacia la democracia a través del diálogo y el consenso”. (fuente y el discurso completo)
Trad. Ada Trzeciakowska
Los fascistas cambian de camisa
Los fascistas vuelven a cambiar de camisa.
Cambian sus camisas negras por las horas blancas
por manchas blancas en los periódicos póstumos de una ciudad vaciada,
de cuyas páginas se han quitado las últimas huellas de sangre
sin que se convirtiera en bandera.
El cerebro reventado de un animal aplastado por las orugas de un tanque,
el cerebro reventado de la costa,
el cerebro reventado del océano,
el cerebro reventado del mundo provisional,
los fascistas vuelven a cambiar de camisa
de la suya y de la de sus víctimas.
En las camisas blancas se aprecian menos las huellas del cerebro,
En las camisas negras se aprecian menos las huellas de sangre.
Los fascistas vuelven a cambiar de camisa póstuma del mundo provisional
y recogen de la consigna sus banderas protectoras,
en blanco y negro,
que incluso como obituarios suelen resultar falsas.
de Organismo colectivo (1975)
Caricatura de Artur Szyk (1894-1951)
Faszyści zmieniają koszule
Faszyści znowu zmieniają koszule.
Czarne koszule zmieniają na białe godziny
na białe plamy w pośmiertnych gazetach opustoszałego miasta,
z którego stronic wywabiono ostatnie ślady krwi
nie przemienionej na sztandar.
Rozpryśnięty mózg zmiażdżonego gąsienicami czołgu zwierzęcia,
rozpryśnięty mózg wybrzeża,
rozpryśnięty mózg oceanu,
rozpryśnięty mózg tymczasowego świata,
faszyści znowu zmieniają koszule
swoje i swoich ofiar.
Na białych koszulach mniej widoczne są ślady mózgu,
na czarnych koszulach mniej widoczne są ślady krwi.
Faszyści znowu zmieniają pośmiertne koszule tymczasowego świata
i odbierają z przechowalni swoje ochronne, czarno-białe
sztandary,
które nawet jako nekrologi bywają fałszywe.
z Organizm zbiorowy (1975)
(Fuente: Adfa Lírica)
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