CANCIÓN DE LA VIDA PROFUNDA
variable y ondeante y es
difícil formar sobre él
un juicio definitivo y uniforme.
Montaigne
Hay días en que somos tan móviles, tan móviles,
como las leves briznas al viento y al azar.
Tal vez bajo otro cielo la Gloria nos sonría…
La vida es clara, undívaga y abierta como un mar.
Y hay días que somos tan fértiles, tan fértiles,
como en Abril el campo, que tiembla de pasión:
bajo el influjo, próvido de espirituales lluvias,
el Alma está brotando florestas de ilusión.
Y hay días que somos tan sórdidos, tan sórdidos,
Como la entraña obscura de obscuro pedernal:
la noche nos sorprende con sus profusas lámparas
en rútilas monedas tasando el Bien y el Mal.
(Fuente: Carlos Vitale)
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