miércoles, 24 de marzo de 2021

Héctor Giuliano (Piamonte, Italia, 1947)

 

 

Plinio
el Viejo,
libro XXXIV,
nos argumenta
258 placebos
extraídos
de bestias acuáticas,
minerales,
cueros domesticados
o silvestres,
coriandro o cardamomo,
fachadas sanadoras
o leyendas,
aquí arruga un tanto la nariz,
destinados
a los seis campos
que comprenden
la vida sobre la tierra.
 
No es un orden ecuestre
que sea huésped
para siempre, insinúa y remata;
no es una selección específica
que nutre pechos
y desestima migrañas,
o mal de abejas,
o canibalismo arácnido;
tampoco es
una rogativa
a las almas que se fueron
bajo horrorosas circunstancias
históricas
que trajeron
más ruinas
del infierno,
apenas comprobado,
que, por modernos,
rechazamos
con sarcasmos y jactancias.
 
Añade curiosidades
para todos los gustos
y latitudes
que los eruditos
citan de manera concluyente
sumergidos en escabeche
y dulce picante.
 
Y dentro
de este amplio registro
nada nos dice
para curar,
o por lo menos,
atenuar,
la imbecilidad,
el fanatismo,
los tiranos,
la engreída sapiencia
de comentarios
y tallitos de cebolla,
la crueldad
y todo el catálogo
que comprende
el espíritu humano
y su incoercible garganta
para el desastre
y la locura,
fuera de donde viniese.
 
 
 

- Inédito -

 

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