Impromptu lisonjero
Cada rostro que veo es el rostro de un muerto.
Amigos idos, parientes, compañeros de escuela
Inesperadamente resucitan
Durante centésimas de segundo
Y estremecen mis pasos en la calle.
El agujero de la semejanza
Con su ecuación de vértigo
Me jala de las mangas con un negro presagio,
Abajo,
Abajo,
Más abajo,
A la yugular.
"Abre los ojos" —me dice la conciencia.
"Ahuyenta los recuerdos" —le contesto.
Un poeta mexicano
¿Con qué se come la Deconstrucción?
¿Alguna vez lo imaginaste acaso...?
Como te escuece el alma la teoría
Arrojas contra Harold Bloom
Cuantos dardos recoges
En basureros académicos
La llamada angustia
De las influencias
Un disparate te parece
Y te pones tú mismo de prueba
Más que fehaciente:
Nunca quisiste matar a Sabines, López Velarde
Villaurrutia o Paz
Con lo que se demuestra...
¡Que no entendiste nada!
(Bloom se refiere en exclusiva
A los grandes poetas
No a repetidores como tú)
(Fuente: Periódico de poesía. UNAM. mx.)
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