La noche es una mujer desconocida
-¿Por qué no pasas? En mi hogar
está encendido el fuego.
Contestó el peregrino: -Soy poeta,
sólo deseo conocer la noche.
Ella, entonces, echó cenizas sobre el
fuego
y aproximó en la sombra su voz al
forastero:
-¡Tócame! -dijo-. ¡Conocerás
la noche!
(Fuente: Asamblea de palabras)
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