Monólogo de un lobo
Lucho contra él.
Le ataco
y me entretengo...
Soy un salvaje de la inmensa estepa.
¡Qué extraordinario es el feroz salvajismo!
¡A galope tendido sin ninguna frontera!
¡No pueden detenerme!
Mi fuerza vive plena en mis adentros.
¡Sintiéndome canino resuelto me dirijo,
como si fuera un hombre con puñal de diamante!
Antepasados lobos,
no hemos dado la paz
a ningún pueblo desde entonces.
Aviento este olor acre
de batallas sangrientas con perros de la estepa.
Soplan agrias murmuraciones que al corazón ofenden.
La humillación es una maldición.
Nos dicen que tenemos del perro el mismo origen...
¿Es acaso verdad lobos-antepasados?
Al final llega la hora
de quedarme arrimado junto a un perro barcino...
¿Por qué guardáis silencio, antepasados-lobos,
con inflamado útero?
¿Por qué nada decís
si me habré de arrimar junto a estos enemigos?
Me conmueve la tierra
y las voces de perros ladradores...
incluido en Antología de la poesía kazaja contemporánea (Siglos XIX, XX y XXI) (Ediciones Vitruvio, Madrid, 2017, selec. y trad. de Justo Jorge Padrón).
(Fuente: Asamblea de palabras)
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