Encrucijada del
pasado
Aquella noche el viento agitaba los
arbustos de forsitia,
pero era el viento equivocado, soplando
en la dirección equivocada.
“Es una tontería. ¿Cómo puede existir
una dirección equivocada?
‘Sopla hacia donde quiere’, como sabes,
igual que hacemos nosotros
cuando hacemos el amor o hacemos otra
cosa para la que no hay reglas”.
Te digo que algo salió mal allá tiempo
atrás.
No me preguntes qué fue. Finjamos que no
quiero hablar del tema.
No, ahora me interesa. Quiero saber
con exactitud qué te pareció mal, cómo
algo
pudo parecerte mal. ¿De qué modo las
cosas comienzan a estar mal?
Estoy sentado aquí, marcando el celular
con una mano, removiendo las oscuras
piedritas con mi pala
con la otra. Y entonces algo como un
entretejido sobresale,
en almohadones de crin. Ese sillón es
en verdad demasiado lúgubre.
Tenemos que cambiar todos los muebles,
fumigar la casa,
hablar de nuestra relación desde el comienzo.
Digo, ya sabes
que eso es lo que quizá esté mal —el concepto de comienzo, digo.
Te aseguro que no hay comienzo, aunque
quizá los hubo alguna
vez. Nos detuvimos a mirar el cartel que
la sala de cine
colocó afuera en la vereda. Las
entradas
nos guiaron adentro. Era la tarde, nos
encontramos
sentados al final de la fila en un
palco; la sala estaba increíblemente
llena. Ese fue el día en que por
primera vez nos dimos cuenta de que
no sabíamos nuestros nombres completos,
el tuyo o el mío, y nos fuimos
en silencio, bajo la nieve gris cayendo.
El ocaso se había instalado.
Crossroads in the Past
That night the wind stirred in the
forsythia bushes,
but it was a wrong one, blowing in the
wrong direction.
“That’s silly. How can there be a wrong
direction?
‘It bloweth where it listeth,’ as you
know, just as we do
when we make love or do something else
there are no rules for.”
I tell you, something went wrong there
a while back.
Just don’t ask me what it was. Pretend
I’ve dropped the subject.
No, now you’ve got me interested, I
want to know
exactly what seems wrong to you, how
something could
seem wrong to you. In what way do
things get to be wrong?
I’m sitting here dialing my cellphone
with one hand, digging at some obscure
pebbles with my shovel
with the other. And then something like
braids will stand out,
on horsehair cushions. That armchair is
really too lugubrious.
We’ve got to change all the furniture,
fumigate the house,
talk our relationship back to its
beginnings. Say, you know
that’s probably what’s wrong—the
beginnings concept, I mean.
I aver there are no beginnings, though
there were perhaps some
sometime. We’d stopped, to look at the
poster the movie theater
had placed freestanding on the
sidewalk. The lobby cards
drew us in. It was afternoon, we found
ourselves
sitting at the end of a row in the
balcony; the theater was unexpectedly
crowded. That was the day we first
realized we didn’t fully
know our names, yours or mine, and we
left quietly
amid the gray snow falling. Twilight
had already set in.
Versión Silvia Camerotto
(Fuente: De sibilias y pitias)
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