EXTINCIÓN (FICCIÓN ESPECULATIVA)
Hay coche pa’ hacer dulce
dijo el remisero
Y era cierto
Los coches se amontonaban
en las ramas de los árboles
como gorriones descabezados
por el sueño
Unos cien en cada remisería
Y la re-miseria en ese país
seguía creciendo
Y el carnet de conductor
se otorgaba a los 10 años
y sólo los bebés no conducían
Atendidos por la coordiniñera
aprendían a manejar ya sin gatear
y las ruedas de mate eran eternas
tomabas 2 por día si había continuidad
y los Don Satur reemplazaron a la vianda
y los cartoneros dejaron de serlo
cada uno con su radio y “me copiás”?
cada cual con su oficio desvirtuado
Abogado devenido a chofer
Concejal devenido a chofer
Proxeneta devenido a chofer
Cada cual con su diploma junto al parabrisas
y el sesgo inútil de un exvoto
Todos parados esperando un pasajero inexistente
porque todo pasajero era un virtual remisero
y sólo se llevaban uno al otro
cuando un coche se descomponía
y ni a la madre llevaba el pobrecito
porque también ella se hacía remisera
Y en este país de ensueño o pesadilla
el único oficio diferente
era el de los taxistas
Con semejante abulia compartida
no sorprende que saludaran tan felices
el arribo del enorme meteorito.
A LUNA ES UNA CRUEL AMANTE
La luna se aleja de la tierra a 38 milímetros por año
3 metros cada siglo y
qué esperamos Amor para dejar las matemáticas y
el Word
y así salir a acariciarnos
Para untar nuestros dedos en la brillantina
Para abrir nuevos agujeros de gusano
en su cárcel tormentosa hecha de tiempo
No hay arrugas que curar
El miedo nos va tiñendo el pelo
Nos va haciendo parecidos
Esa vieja redonda
guarda un luto de grullas por nosotros
un milagro blando algunas noches
y el sexo carcomido
como un rayo secuestrado en dos espejos
No nos va a esperar
Vendrá a buscarnos la ladrona
y antes de retirarse a su molienda de huesos
ya estaremos deshidratados y en letargo
Casi hermanos de su prueba de exilio.
A Robert Heinlein
dijo el remisero
Y era cierto
Los coches se amontonaban
en las ramas de los árboles
como gorriones descabezados
por el sueño
Unos cien en cada remisería
Y la re-miseria en ese país
seguía creciendo
Y el carnet de conductor
se otorgaba a los 10 años
y sólo los bebés no conducían
Atendidos por la coordiniñera
aprendían a manejar ya sin gatear
y las ruedas de mate eran eternas
tomabas 2 por día si había continuidad
y los Don Satur reemplazaron a la vianda
y los cartoneros dejaron de serlo
cada uno con su radio y “me copiás”?
cada cual con su oficio desvirtuado
Abogado devenido a chofer
Concejal devenido a chofer
Proxeneta devenido a chofer
Cada cual con su diploma junto al parabrisas
y el sesgo inútil de un exvoto
Todos parados esperando un pasajero inexistente
porque todo pasajero era un virtual remisero
y sólo se llevaban uno al otro
cuando un coche se descomponía
y ni a la madre llevaba el pobrecito
porque también ella se hacía remisera
Y en este país de ensueño o pesadilla
el único oficio diferente
era el de los taxistas
Con semejante abulia compartida
no sorprende que saludaran tan felices
el arribo del enorme meteorito.
A LUNA ES UNA CRUEL AMANTE
La luna se aleja de la tierra a 38 milímetros por año
3 metros cada siglo y
qué esperamos Amor para dejar las matemáticas y
el Word
y así salir a acariciarnos
Para untar nuestros dedos en la brillantina
Para abrir nuevos agujeros de gusano
en su cárcel tormentosa hecha de tiempo
No hay arrugas que curar
El miedo nos va tiñendo el pelo
Nos va haciendo parecidos
Esa vieja redonda
guarda un luto de grullas por nosotros
un milagro blando algunas noches
y el sexo carcomido
como un rayo secuestrado en dos espejos
No nos va a esperar
Vendrá a buscarnos la ladrona
y antes de retirarse a su molienda de huesos
ya estaremos deshidratados y en letargo
Casi hermanos de su prueba de exilio.
A Robert Heinlein
No hay comentarios:
Publicar un comentario