LA NADA HORIZONTAL
De a poco me voy acostumbrando a lo cotidiano
Al silencio forzado
A la mano atada y en reposo
A las piernas paralizadas por el dolor.
Las palabras nos acercan
Y nos alejan sutilmente
Una imagen
De las estrellas.
Las palabras
Nos arman
Nos desnucan contra milenarios mármoles,
Nos empujan hacia nuestro pasado.
Son flechas que nos atraviesan sin respeto.
El espacio entre palabras es un soplo imperceptible.
Es el aliento de las diosas.
El poema:
La existencia.
Afuera:
La nada horizontal.
(Fuente: La Traición del Hombre Topo)
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