Una natural tendencia a la desintegración
Lúa dice tú quieres estar conmigo
porque yo no quiero ser tu novia
fácil porque soy un animal lento
por decreto divino como sentenció mi padre
fácil todo para mí siempre fue muy fácil y gratuito
muy fácil matar así los días
ahora que vivo arrimadito y sin pudor
en el departamento de mi abuelo
después del quebranto conyugal
y estoy lejos de mi hijo otra vez
y no pago renta alícuotas luz agua cable internet
teléfono no hago compras
no pago seguro de salud ni del carro
no pago nada de nada
y aparentemente todo está en su sitio
pero nada está en su sitio claro
(estoy atrasado 6 meses con la pensión del colegio)
y la comida está servida y todo está limpio y diáfano
y por horas y horas solo
miro la ventana que me inventa en la turbación
del concreto de los edificios que me circundan
en el lindero guapuleño
y me deshace en los fastuosos estatutos
de la bruma y el vértigo para que este acarreo
de pérdidas tenga su bálsamo
solo queda empezar de 0 otra vez
y escribir mendigando a una lista
de compradores de cuadros y serigrafías
y mendigar a ver si alguien me da trabajito
¿pero qué sé hacer yo?
no mucho la verdad
y escribir y mendigar afecto con mi dizque
pirotecnia verbal a una letanía de individuas
que se hacen de rogar para ir a tomar
un pinche té y no me responden
y me clavan el visto
solo queda mirar por horas y horas las grietas
de la pared de este cuarto
hasta que ahí crezcan pencos de plata
hasta que de esto que somos caiga la nieve
–que nunca va a caer–
sobre los geranios de nuestras cabezas
y cuelguen las nervaduras de tristeza
de lo que desprenden los cuerpos al amanecer
después de roerse hasta los postrimeros
tulipanes heridas y sobras de los amores fracasados:
tus relojes bajo mi almohada
la sangre en las sábanas
(digamos que la cópula durante los rigores
de la luna menstrual quiere decir que matamos
un corderito: eso es en serio sí sucedió ya
lo contaré en otro sitio)
cuando son las 5:00 am y conviene extraviarse
censurarse esconderse destruirse y aniquilarse
para no aguantar el sablazo consuetudinario:
es el día muerto
el día feo
el día perdido
son las heridas de la luz y la ignominia cuando
el llanto no es suficiente y tus ojos están cansados
de las ciudades blancas
entiendo que el fracaso se dilata en mis bolsillos
llenos de baba y cansados de la piedad y la pérdida
demasiado tarde entendí que esto que vivo ahora
es el éxtasis de la zona muda
las letrinas de la zona muda porque cada día
se puede escribir menos:
hablo del trébol de la decrepitud con su saco
de cemento en el pecho
hablo de la flor de la misericordia ahora que raya
la esmeralda del nervio del toro en mi triste reloj
(el boyero quería decir o sea el olor ahumado
del falo del toro disecado en el reloj quería decir)
otra vez conviene dar un paso al costado
abandonar la mancuerna y retirarse del camino
desazón pena e impotencia
cuando es duro admitir que esto que somos ahora
es el producto de nuestro fracaso
(pienso en mi diva puerca del mangle y el panteón
de relaciones que soy ahora)
después de tanto tanto tanto amor
tanto tiempo tanta esperanza y tanta energía perdida
sobre otro cuerpo deshilachado ya
ya fue ya fue ya fue todo ya fue
llueve sobre el quebranto
llueve sobre el quebranto
siempre llueve sobre las sobras y estertores
del quebranto
y quizá ya es demasiado
llueve sobre las amapolas de la pérdida
que somos ahora
otra vez JC:
ya no te amo, mi amor
ya no te amo, mi amor
ya no te amo, mi amor
lo único que ocurre
es la salvaje Diablada de Píllaro
donde hay sincronía en el caos
e hidratación en la verbena bajo las máscaras
con puntas de 60% grado alcohólico
mastico el ají en los besos
que me ofrenda la zarigüeya muerta
esto que ocurre es malo
para la triste ceremonia del cerebro:
todo lo que pagamos solo para durar
solo para dizque seguir subsistiendo
de nada por nada y para nada
(¿de qué cómo por qué se hace eso?)
vivir de extras extras extras
como siempre nos dijeron
solo hay que aguantar más y más vara
mendigar afecto es la peor afrenta para quien lo
hace y para quien lo recibe
supongo
un ratito de líquidos y segregaciones y frutos superfluos
hipnotizadores tuyos y semen y sangre
¿solo un ratito el temblor de la aniquilación
cuadrilátero atarzanativo y acorralativo
y estrujativo de tu cuerpita inverosímil?
la rozadura de una concretud que jamás se entrega
a nadie
como lo nunca alcanzado
lo distante–imposible
como mi fiebredelirio
como eso de lo que se dice siempre sin jamás
mover un vello a su pelambre ni una púa a su erizo
fracasar en la vida es acceder a la poesía –sin
el soporte del talento
eso decía Cioran
y quizá no hay más nada que decir después de eso
aparte de dizque escribir poemas hay que tener
un oficio
¿pero cuál? ¿cómo? ¿cómo se hace eso de tener
un oficio? además tampoco es que hay rigor
en la escritura de poemas
¿qué queda sino otra metáfora del vacío?
otra más y más y más
cambiar un vacío por otro vacío
un vicio por otro vicio
otra vez y otra vez y otra vez
sigo intentando salir de esta honda y triste
precariedad existencial
quebranto y trizadura extrema
bajo la feroz devoción al corte a la incisión il di taglio
está dura la realidad
durísima
cruda
y el azufre del reloj no para de humear
ya pasará
no ha pasado nada en todo este tiempo
la difunta sigue igual y se niega a todo
ya es obsceno per tutti quanti seguir
mendigando afecto
me botó como se botan los tampones usados
al río Machángara
quizá sea lo mejor
de hecho es lo mejor
sigo durmiendo en el cuarto de huéspedes
y es el peor de los mundos porque seguimos
viviendo juntos
nadie tiene plata para irse
el problema es que se me juntó todo:
la chirez el desempleo y el drama prolongado con
la perversa pasión conyugal
la reptilínea severidad del asfalto
terrible eso de la distancia
eso de las salidas de cada uno por su lado
eso de las llegadas tarde del otro
eso de alcoholizarse y destruirse y flagelarse
esperando y haciendo como que no se espera
pero se sale pronto se sale sea por donde sea:
por la misma relación
por la puerta por la ventana o por el mar Muerto
se sale y los hijos –la gran culpa– entienden
pero aclara
pronto el día aclara
el día aclara
el día aclara:
la Patagonia aclara toda confusión
demasiado tarde comprendí
que ya no tengo esposa y estoy lejos de mi hijo
tengo el pudor en el bolsillo por escribirte
también he sufrido he vencido
Lúa dice es que a ti te gusta pinchar burbujas
con aguja y después quieres premio
sin arriesgar nada
Lúa dice siempre te desconfiguras
pelaverga y te ausentas y asomas
como un mesías al que hay rendirle
algún tributo
Lúa dice
un chorrito
para ti
con mucho amor
y la obnubilación en la mirada donde solo me fijo
en un candelabro en la salvaje oscuridad de mi casa
que es la fiebre perdida del deseo
Lúa dice Arturo Carrera
tu cuerpo entero como un beso en mi sombra
en el estiramiento nuevo de la noche
ahora para mí
en esta posibilidad algodonosa de una tromba
Dijiste: –A mí me importa solo el beso: ese toque
en secreto de realidad y deseo
¿y ponchar con agujas tus tetas que parecen
peces globo cerúleos de helio?
creo que conviene suspender la verbena
temporal claro no me voy a engañar tampoco
no recuerdo una semana de sobriedad en
los últimos 20 años:
familia perdida casas perdidas carros perdidos
trabajos perdidos amigos perdidos universidades
perdidas amores perdidos ahí donde la realidad
dice que no dejan y que tampoco hay
con Santana hablamos de que cuando uno destruye
una familia nada de lo que venga después puede ser peor
tan cierto
tan triste
tanto drama seguir lamiendo el lodazal
de la algarrada y barahúnda fenecida
fuimos como pajaritos de helio en la lengua
¿volverá la miel y el gps de la nutria?
pero lógico que sí
días y días nos trapeamos el ñoco y las vulvas
hasta que el sol salía
esto es zona de culeo zona de culeo zona de culeo
decían
decía
y después se hicieron de rogar
me dijeron:
pero no me acuerdo no me acuerdo
y si no me acuerdo no pasó / eso no pasó / pero no me acuerdo
no me acuerdo / y si no me acuerdo no pasó / eso no pasó
Lúa dice ¿cómo está el granuja mascador
del más grande baguette de carne sin hueso?
Lúa dice posición pollito bebiendo
para que entre un pedazo de manguera
de bombero rural cubierta con cuero de guanta
Lúa dice algo así supongo
Lúa dice la cosa es que tú y yo no podemos solo hablar
tú y tus palabritas vagas y tus velas monásticas y tu incienso
de vainilla y tu whisky y tus aceitunas rellenas de anchoas
y así yo quiera acorazarme y no quiera termino claudicando
y entregando mis anchetitas
después el corazón surca el arado del vahído
y oooootra vez se confunde la realidad
no lo hagas
no lo hagas
no lo hagas
pero eso no se puede decretar
nada es tan sencillo
después el corazón surca el arado del mareo
no lo hagas
no lo hagas
no lo hagas
y lo hiciste lógicamente
después el corazón surca el arado del síncope
y me han volado el corazón Granizo
para que la vida misma sea un poema de última
y el registro descomunal de la violencia
sea la falsa locura de la poesía
entiendo también como Zurita
que cuando se sufre no se escribe nada
porque nadie busca conscientemente el dolor
y cuando sufres no se escribe nada
al escribir se suspende la vida
se suspende la muerte
se suspenden las enfermedades
y eso es muy preciso:
no puedes escribir si estás destrozado
la escritura es como quemarse entero
y no puede consumirse lo que no está
lo que no dejas que crezca
Lúa dice ahorita no puede recibir el amor de nadie
eso es como quemarse entera
como entregarse entera como extraviarse entera
y no puede consumirse lo que no está
lo que no existe
y no puede consumirse lo que no está lo que no existe
y no puede consumirse lo que no está lo que no existe
vuelvo a entender que la ciudad es lo que sucede
en los ojos de sus animales mendicantes
es la belleza de la melancolía andina
que nos persigue a donde vayamos
y con la que estamos curtidos
y curados desde la infancia
sé que estoy mal horneado:
me faltaron los últimos
hervores en la panza de mi mamá
la falla estructural es cierta:
ofréndame la desintegración
el deseo y su descuartizamiento también
son el lugar de no entender
el deseo tiene piel de serpiente:
cae el pellejo
cae la noche
cae con furia la última lanfor de la ciudad
cuando ya no hay nada más que decir
qué difícil reparar el artesonado del retablo
para tensar las sogas del deseo
a contramano la jaula y el terror de ser libres
la soledad siempre embauca
porque demasiado tarde entendí
que el amor es la supresión de los misterios
qué difícil reparar el artesonado del retablo
para tensar las sogas del deseo
a contramano la jaula y el terror de ser libres
la soledad siempre embauca
porque demasiado tarde entendí
que el amor es la supresión de los misterios….
Andrés Villalba Becdach (Tush), es un poeta nacido en Quito, Ecuador, en 1981. Mantiene una disociada vida académica de Comunicación Social en Quito y Literatura Hispanoamericana en Italia. Ha practicado varios oficios: custode de obras de arte, administrador de hostal, vendedor de pantalones, cuadros, alfombras, sombreros de paja, valet parking, corredor de bolsa, pizzero, grafitero, traductor, respondedor de misivas, discursero, editor, ayudante de cocina e inspector de materiales peligrosos de carga para aviones militares. Es parte del proyecto editorial El almuerzo del solitario de la PUCE. Colabora en diversas revistas culturales. Ha publicado: Cuaderno Zero (2010), Luigi Stornaiolo: el arte de la digresión (mención de honor en el premio nacional a la mejor obra periodística José Peralta, 2010), Obscenidad del vencido (2010), Menos que cero (2011), Muñones (2011), De los acorralados es el reino (2014), Soterramiento (2014), No mueras joven, todavía queda a gente a quien decepcionar (premio nacional de poesía Jorge Carrera Andrade, 2015), Una natural tendencia a la desintegración (2017 –fragmento– y edición ampliada 2018) y preparó la antología de poesía ecuatoriana Caballo sea la noche.
(Fuente: Zenda libros)
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