MAS O MENOS
MAS O MENOS
Dos lineas de fiebre, mareas y pronósticos
Oigo tu paso que se acerca o se
despide; revolcar la sangre, el odio; conocer,
reconocernos. Saber para qué sirven
los fracasos, las victorias del amor. Dejar
que a tu rincón se siente quien no debe sentarse.
Sin poder iluminarte; embarazada, sepultada,
mejor que valga la pena, que todo salga bien. Perdón
y desconfianza: tu pesado calor
es una muela de reproches
y agradecimientos y ternuras y miedos.
Rastro luminoso y cálido, perdido
para encontrarme. Rastro de la verdad que alcanzo
a tocar, rescatado por mi flagrancia vacilante, hirviendo
de terror. Rostro que levantamos para destrozar.
De una punta a la otra de la verdad,
voy a levantar tu nombre, como si fuera mi brazo derecho.
OJOS GRANDES, SERENOS
Andando, el barro nos llega a las caderas.
Calmando algunas inquietudes, han nacido
otras. Rodamos sobre nuevos remansos.
Nadie vuelve; es ahora el momento del amor. El
deseo es una ola suave; aquí en la orilla, con la
mano firme, detrás de los juncos, frente al sol.
Volarán los pájaros silvestres, las islas vencerán
a las palabras: el silencio sagrado sobre el mundo.
Iremos a la hoguera con los grandes herejes.
(asesinado el 17 de junio de 1976 en Guaymallén, Mendoza)
(Fuente: Hugo Toscadaray)
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