El beso de buenas noches:
(II)
Padre, estoy muerto, ya,
y qué oscuro
es todo esto:
no hay luna aquí,
no hay sol ni tierras,
padre, estoy muerto.
Somos los muertos como enfermos
y el cementerio el hospital
para jugar aquí a los médicos
sábana blanca y bisturí
y tantas tumbas como lechos
para soñar:
y son tan blancos esos huesos
padre tan blancos:
como soñar.
Dicen los otros, los más muertos
los que ya llevan tiempo y tiempo
aquí vengándose de Dios
que vendrá el Diablo, el buen Diablo
que vendrá el Diablo con más flores
de las que nadie pueda traer.
Padre, estoy muerto,
no estoy solo
padre,
estoy muerto, tengo amigos
con quien jugar.
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