VIAJES
(III)
Infinita consanguinidad que arrastra
tu imagen tierna que la luz recupera
de las llanuras marinas donde el cielo renuncia
al seno que cada ola consagra
mientras los estrechos de agua que recorro
no bañan ni esparcen las brazadas
amplias de tu costado al que ahora
el mar, además, eleva relicarios de manos.
Y así, admitido en negras puertas hinchadas
que deben de lo contrario acortar las distancias—
lejos de pilares giratorios y ágiles frontones
de la luz luchando incesantemente con la luz
de las estrellas que se besan de ola en ola
¡hasta tu cuerpo que se mece!
Y donde la muerte, si se derrama,
no presume su matanza, sólo este cambio—
que en el escarpado suelo se arroja de alba en alba
la sedosa habilidad de transmitir una canción;
Permíteme viajar, amor, entre tus manos…
–
VOYAGES
III
Infinite consanguinity it bearsThis tendered theme of you that light
Retrieves from sea plains where the sky
Resigns a breast that every wave enthrones;
While ribboned water lanes I wind
Are laved and scattered with no stroke
Wide from your side, whereto this hour
The sea lifts, also, reliquary hands.
And so, admitted through black swollen gates
That must arrest all distance otherwise,—
Past whirling pillars and lithe pediments,
Light wrestling there incessantly with light,
Star kissing star through wave on wave unto
Your body rocking!
and where death, if shed,
Presumes no carnage, but this single change,—
Upon the steep floor flung from dawn to dawn
The silken skilled transmemberment of song;
Permit me voyage, love, into your hands …
(Fuente: Buenos Aires poetry)
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