martes, 1 de diciembre de 2020

Rosa Rubio Arias (España, 1967)

 

 

MIEDO

 

 

 

Miedo es la noche cuando pasa por la garganta,

el tiempo echado a la espalda,

madrugar

sin dar la luz

en la herida,

sonar el despertador

a la hora de ser adulto

sin parada posible.

Miedo es nuestro nido de silencios

dándonos sombra.

Miedo es la mar metida en un pozo.

 

 

—————————————————

 

 

CARTA A TELÉMACO

 

 

 

Te escribo en el silencio de la noche

donde los corales espesan y brillan,

mientras nuestros remos azotan hasta partirse,

madera vagabunda flota hacia una costa cualquiera.

Peces desorientados chocan contra el casco,

los niños lloran por el ruido de los golpes.

El cuerpo frío se encaja en el espacio,

hierba helada creciendo en cubierta.

No me busques al amanecer,

las gaviotas de salvamento hacen fotos aéreas para los periódicos.

No vengas a buscarme.

Inevitablemente oirás las sirenas de la guardia costera

y si aún vives,

sentirás la traición de la estrella del Norte cantando su promesa.

He visto la puesta del sol

cómo varaba una embarcación agónica en la playa de Séfiros.

 

Dile a tu madre que teja una mortaja con el mapa de Europa,

ya que en alguna coordenada tendrá que bordar el punto

en el que dejaremos la vida.

 

 

—————————————————

 

 

MAR DE CEREAL

 

 

 

El trozo de pan que flota entre las algas

se lo come el vaso del trilero.

Cresta de espigas en el lomo del pescado.

Alrededor del palangre,

floreros de garganta ancha llenos de hambre.

 

Así sucedió mientras miraba en el fondo.

 

 

—————————————————

 

 

SÉ DE OLAS que engullen,

que tragan cuerpos enteros,

se alimentan de pieles inmaduras

que aún guardan el olor de la leche,

y se comen los barcos con el hueso.

 

No es ola,

es estómago insaciable,

órgano ansioso,

conciencia vacía.

 

Quiero un mar de líquido amniótico

donde estos cuerpos lacerados volvieran a formarse

y llegaran a la orilla de la playa a nacer,

y nosotros en tierra fuéramos su próximo regazo.

 

 

 

 

 


De Quién anda en la playa

 

Bermingham

 

(Fuente: Papeles de Pablo Müller)

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario