EL TESTIGO
me hice el muerto
abajo de la mesa
aguanté la respiración
presioné mis heridas
y la sangre subió
lo vi contra el vidrio
esmerilado deforme
la barba crecida
los ojos al viento
los dedos congelados
y el cuchillo brillante
goteando la sangre
que no pude retener
lo vi trabar la puerta
levantar las piedras
juntar los cadáveres
en la nieve desierta
cortar los leños
en la nieve desierta
hacer el fuego
en la nieve desierta
y arrojar los cuerpos
a las llamas azules
sentí el olor ácido
no hice ruido
me tragué el vómito
que pasó raspando
como hielo astillado
como arena caliente
como metal oxidado
lo vi limpiar la casa
esperar la mañana
armar su mochila
afeitarse desnudo
salir a correr y volver
con un ciervo muerto
que todavía temblaba
lo vi hacer la lista
comer las sobras
beber en silencio
repetir los nombres
lo vi partir en la noche
mientras me desangraba
(Fuente: Meta Poesía)
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