Un formalista ruso lee a Rubén Darío
Un formalista ruso lee a Rubén Darío
He visto cómo del marco nacen reflejos que hieren
el sentido final;
he visto cómo la estructura llamada básica se
convierte en el contenido de la forma;
cómo la ventana es el todo y la nada;
el flanco de una mujer, el absoluto.
Sobre mi mente volaron a menudo el yin y el yang
interrelacionados en conflicto, alejándose
como cuervos oscuros de sí mismos
acercándose silenciosos como anémonas.
En el fondo del acuario el pez muerto
me produce una piedad que me hace sentir falso
y desata mi llanto, aunque no quiera y me repito:
"no es por el pez que lloro,
no es por él, no es por
el pez".
Y no sé por qué lloro.
Jorge Aulicino, Un poeta griego huye de Londres, 2018: Poesía reunida, Ediciones en Danza, 2020
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Imagen: La cabeza de Rubén Darío en el parque El Rosedal, de Buenos Aires. Palermo Online
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