sábado, 2 de abril de 2022

Elizabeth Bishop (EEUU, 1911 - 1979)

 

Un arte




No es difícil dominar el arte de perder:
tantas cosas parecen llenas del propósito de ser perdidas,
que su pérdida no es ningún desastre.

Perder alguna cosa cada día. Aceptar aturdirse por la pérdida
de las llaves de la puerta, de la hora malgastada.
No es difícil dominar el arte de perder.

Después practicar perder más lejos y más rápido:
los lugares, y los nombres, y dónde pretendías
viajar. Nada de todo esto te traerá desastre alguno.

He perdido el reloj de mi madre. Y, ¡mira!, voy por la última
—quizás por la penúltima— de tres casas amadas.
No es difícil dominar el arte de perder.

He perdido dos ciudades, las dos preciosas. Y, más vastos,
poseí algunos reinos, dos ríos, un continente.
Los echo de menos, pero no fue ningún desastre.

Incluso habiéndote perdido a ti (tu voz bromeando, un gesto
que amo) no habré mentido. Por supuesto,
no es difícil dominar el arte de perder, por más que a veces
pueda parecernos (¡escríbelo!) un desastre.
 

(Versión de Sam Abrams y Joan Margarit)

/
 

One art


The art of losing isn’t hard to master;
 so many things seem filled with the intent to be
 lost that their loss is no disaster.

Lose something every day. Accept the fluster
 of lost door keys, the hour badly spent. The art
 of losing isn’t hard to master.

Then practice losing farther, losing faster:
places, and names, and where it was you meant
to travel. None of these will bring disaster.

I lost my mother’s watch. And look! my last,
or next-to-last, of three loved houses went. The
art of losing isn’t hard to master.

I lost two cities, lovely ones. And, vaster,
 some realms I owned, two rivers, a continent
 I miss them, but it wasn’t a disaster.

—Even losing you (the joking voice, a gesture
 I love) I shan’t have lied. It’s evident
the art of losing’s not too hard to master though it may
look like (Write it!) like disaster.

~

(Fuente: La comparecencia infinita)

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