DE LA AMBICIÓN HUMANA
Mariposa, no solo no cobarde,
mas temeraria, fatalmente ciega,
lo que la llama al Fénix aun le niega
pues en su daño arrepentida tarde,
del esplendor solicitada, llega
a lo que luce, y ambiciosa entrega
su mal vestida pluma a lo que arde;
yace gloriosa en la que dulcemente
huesa le ha prevenido abeja breve,
¡suma felicidad a yerro sumo!
No a mi ambición contrario tan luciente,
menos activo, sí, cuanto más leve,
cenizas la hará, si abrasa el humo.
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en "Sonetos completos", Biruté Ciplijauskaité, ed., Cátedra, Madrid, 1980. En la imagen, Luis de Góngora y Argote (Córdoba, España, 1561 – 1627) por Diego Velázquez, 1622 (detalle)
(Fuente: Jonio González)
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