dos poemas
No sé cómo decirte
No
sé cómo decirte que mi voz te busca y la atención comienza a florecer,
cuando la noche espléndida y vasta continúa. No sé qué decir, cuando al
final tus pulsaciones se llenan de un precioso brillo y te estremeces
como un pensamiento cercano. Cuando, comenzando en el campo, el centeno
inmaduro ondea tocado por el presentimiento de un tiempo lejano, y en la
tierra crecida los hombres entonan la cosecha - no sé cómo decirte que
cien ideas, dentro de mí te buscan.
Cuando
las hojas de la melancolía se enfrían con las estrellas
junto al espacio
y el corazón es una semilla inventada
en sus oscuras profundidades y en el torbellino de un día
que arrasas con los caminos de mi soledad
como si toda la casa estuviera ardiendo en la noche.
- Y entonces no sé qué decir
junto al cuenco de piedra de tu tan joven silencio.
Cuando los niños se despiertan en las lunas asombradas
Que a veces se estrellan en medio del tiempo
- No sé cómo decirte que la pureza
dentro de mí te busca.
Durante
toda la primavera aprendo
los tréboles, el agua sobrenatural, la luz y el abstracto
flujo del espacio -
y creo que voy a decir algo lleno de razón,
pero cuando la sombra cae de la curva sensual de mis labios,
Siento que me falta
un girasol, una piedra, un pájaro - cualquier cosa
algo extraordinario.
Porque no sé cómo decírtelo sin una milésima
que dentro de mí está el sol, el fruto
el niño, el agua, el dios, la leche, la madre,
que te buscan.
~
No toques los objetos inmediatos
No toques los objetos inmediatos.
La armonía arde.
Por muy ligera que sea una tetera o una taza,
todos los objetos están locos.
Un jarrón con un crisantemo transparente
tiene un temblor oculto.
Es terrible en la oscuridad.
Hasta su nombre, solo con miedo puedes decirlo
y la boca se vuelve llaga.
Versiones de Nicolás López-Pérez
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Não sei como dizer-te
Não
sei como dizer-te que minha voz te procura e a atenção começa a florir,
quando sucede a noite esplêndida e vasta. Não sei o que dizer, quando
longamente teus pulsos se enchem de um brilho precioso e estremeces como
um pensamento chegado. Quando, iniciado o campo, o centeio imaturo
ondula tocado pelo pressentir de um tempo distante, e na terra crescida
os homens entoam a vindima - eu não sei como dizer-te que cem ideiias,
dentro de mim te procuram.
Quando as
folhas da melancolia arrefecem com astros
ao lado do espaço
e o coração é uma semente inventada
em seu escuro fundo e em seu turbilhão de um dia,
tu arrebatas os caminhos da minha solidão
como se toda a casa ardesse pousada na noite.
- E então não sei o que dizer
junto à taça de pedra do teu tão jovem silêncio.
Quando as crianças acordam nas luas espantadas
que às vezes se despenham no meio do tempo
- não sei como dizer-te que a pureza,
dentro de mim, te procura.
Durante a
primavera inteira aprendo
os trevos, a água sobrenatural, o leve e abstracto
correr do espaço –
e penso que vou dizer algo cheio de razão,
mas quando a sombra cai da curva sôfrega dos meus lábios,
sinto que me faltam
um girassol, uma pedra, uma ave – qualquer
coisa extraordinária.
Porque não sei como dizer-te sem milgares
que dentro de mim é o sol, o fruto,
a criança, a água, o deus, o leite, a mãe,
que te procuram.
~
Não toques nos objectos imediatos
Não toques nos objectos imediatos.
A harmonia queima.
Por mais leve que seja um bule ou uma chávena,
são loucos todos os objectos.
Uma jarra com um crisântemo transparente
tem um tremor oculto.
É terrível no escuro.
Mesmo o seu nome, só a medo o podes dizer
a boca fica em chaga.
(Fuente: La comparecencia infinita)
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