domingo, 26 de junio de 2022

Fernando Escobar Páez / Efra Páez (Ecuador, 1982)

 

TU RETORNO CON ALIENTO A PELUCHE, BIBERÓN Y VERGA AJENA,


***

DESECHABLES

Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día 
seriamos millonarios, dioses del cine o estrellas del rock, pero no 
lo seremos y poco a poco lo entendemos, lo que hace que estemos muy cabreados.
Chuck Palahniuk


Como el condón nuevo que me puse 
cuando no se me paró bien la verga 
pero igual hedía
o las cintas y medallas
que mi madre colecciona
para no recordar
el desempleo crónico/ 
del que fue mejor alumno/ 
del curso doce años seguidos
revistas porno ochenteras
que mi padre no bota 
porque todavía tiene sueños.
Ponerse la camiseta del equipo de fútbol
justo el día que pierde el invicto/ 
con autogol del héroe de la infancia.
Poemas malos que hice
porque la chica de la que me enamoré
prefiere que escriba sobre/ 
el ano de Las Otras.
(jamás sus ojos)
Más feo que gárgola de iglesia pobre
o año viejo sin camareta,
el vecino de la tienda
me fía la mitad de lo que necesito 
igual, le agradezco 
pudo ser peor, como
Vicky, la “niña maravilla” de la tele 
hoy vive en un remolque.
Fingir voz de robot no le sirvió de mucho
cuando quiso incursionar en films tres equis.

Pero no todo va tan mal:
El tipo del shawarma donde me embriago lunes en la mañana
es mi amigo.
Me deja comer con las manos, usar el baño
y no apaga la radio 
cuando estoy llorando.

*** 


LAS CHICAS FOLLAN CON TODOS, MENOS CONMIGO

No puedo confiar en algo 
que sangra cinco días y no se muere.
South Park

Mis amigos 
se la pasan contándome
quien sabe dar una buena mamada
y quien no,
Yo como solo follo por accidente
me quedo callado
regreso a ver 
la inutilidad que tengo entre las piernas,
pienso en todos los “casi la cojo”,
compro cerveza 
finjo que estoy bien 
alzo mis cabezas
el bar está lleno de chicas solas
que no quieren conocerme,
pero igual 
escojo mi presa 
me acerco 
pongo mi mejor cara de 
“yo también soy como los otros”,
la chica sonríe
todo va bien,
hasta que empieza a contarme
de lo inteligente que es su novio,
que debería conocerlo
que de seguro nos vamos a llevar bien.

Regreso a casa temprano
después de 90 cervezas más
y de haber vomitado en las piernas
del novio de la chica.


***
 

LA PLAGA

Solo hay un heroísmo entre las rocas, y es el odio
es el odio lo único que me une a ti
mi amor ha muerto y un gato
espía su muerte, espía su nada. 
 Leopoldo María Panero


Si viviéramos en un país decente —como Bangladesh o Nigeria—, lanzaría 
ácido en tu rostro y luego te vestiría con piedras. Pero como Aquí existe 
un concepto llamado «violencia de género», tendré que conformarme con 
clausurar tus agujeros mediante el uso de parásitos.
Encontré una chica de bellas pústulas en la boca, la cual —para mi dicha— 
también es dueña de una manada de ladillas. Cariñosamente me cedió los 
ejemplares más virulentos de su ejército púbico.
Cada ladilla fue nombrada por las noches que pasamos juntos. Así, la más 
melancólica se llama miércoles afuera de un bar sin ti. La más coqueta es 
la Zhumir en tu boca. La más fría lleva Tu Nombre.
No he vuelto a fornicar con nadie, pues te pertenecen y las engordo para 
regalártelas envueltas en mi sexo muerto. Llegarán A Ti, aunque jamás vuelva 
a tocarte, aunque tenga que follarme a todos tus novios, llegarán A Ti.
Sé que tu vagina es un canal ártico donde ningún parásito puede sobrevivir. 
Sólo Yo —animal aclimatado a lo boreal que te habita— puedo alimentarme del 
hielo. Sólo Yo, poseedor del prestigio que una enfermedad venérea suave otorga. 
Pero primero debo sangrarte. 
Nada te salvará de la plaga que tengo entre las piernas.


***


MADRUGADAS DE DISCOTECA

Y me sentía de nuevo el idiota en el patio de la escuela-a veces un hombre nunca sale de ahí-todos pueden ver la marca.
Charles Bukowski


Mirando culos
de chicas que no deseamos 
pero que igual sacaríamos a bailar
si tuviéramos más armas
que esta cerveza a sobreprecio,
pues en los bares últimos de la noche 
(Jaime Gil de Biedma dixit)
no se le hace asco a nada,
ni siquiera a los vellos púbicos 
con pintalabios
que el mesero deja en nuestros vasos.
Nuestro ganado lo faenó
un tipo con aspecto de albañil 
que mueve la cintura 
como todo un ganador.
Entonces nos frotamos 
contra la pared más cercana
y con la plata del taxi
compramos más alcohol, 
¡que no se note pobreza! 
gritamos furiosos
para que las feas que hace dos horas
no hubiésemos tocado ni con una 
pala y un papel
vean lo que se perdieron.
Nos vamos a pie y en silencio,
no sin antes dejar rastros de vómito y sangre
debajo de la mesa del bar.


***
 

RESPETO

Ella es una buena chica
solo ha follado con dos tipos
y cuando salíamos
me dejaba las sobras de su cerveza.
A su pubis lo conocí
mediante pixeles y códigos binarios
porno light que me enviaba por mail
para que yo no haga cochinadas
mientras esperaba 
que ella se cambie de tanga.
Obvio que las hice
y no sé si se enteró, si decidió 
no tener un tercer pene en su vida 
o si se aburrió de mí.
El caso es que se fue
y hoy me pide respeto,
pero antes de darle eso
tendría que negociar 
con los vellos púbicos y secreciones 
atrapados en el teclado de mi laptop
o conseguirme un terapeuta 
que no me recomiende tener a mano
un calcetín viejo,
vaselina y rivotril 
cuando escribo sobre ella.


***


RESPONDIENDO A UNA MUJER DE ÉXITO

El cuento me ha vuelto una persona de éxito.
S. Rodríguez P., 
en entrevista a Diario El Universo,
 6 de agosto de 2010.


Siento como si un koala hubiera 
vomitado un arcoiris en mi cerebro 
 SEALAB 2021


Una mujer de éxito
escribe contra mí.
Querida:
yo quiero hembras que puteen, 
arañen y besen
cuando no les culeo rico,
mujeres reales
de las que hasta cuando menstrúan 
quieren verga tiesa 
no tallitos de flor. 
De esas me enamoro 
jamás de claros de luna y magia de dragón.

Si las vaginas fueran 
el castillo encantado que describes,
manicomios, estadios de fútbol, cantinas,
facebook y otras páginas porno,
estarían vacíos 
y yo tendría que masturbarme 
con un palo de escoba 
igualito a los que salen en las películas 
de Harry Potter, Barbie Girl, 
Cuacthemoc Sánchez 
o S. Rodríguez P.

Cuando pregunté a esta mujer de éxito
si había leído mi libro,
me dijo que no hacía falta
pues me han expulsado 
de tres universidades
por ser un cerdo 
machista 
ebrio 
inmundo
y ella no pierde el tiempo 
con “bukowskis andinos”.

Iba a responderle
pero tuve que ir a mear…
me salió un chorro bien rosadito
por culpa de Mi Moza,
quien todavía no regresa
con la media jaba de bielas
que le mandé a fiar
en la tienda del vecino.


***


¿ESTABAS EBRIA O MAL FOLLADA? (otro poema vagamente judío)

40 días después,
como los que Yeshua 
pasó frotándose el miembro con arena,
¡40 putos días después!,
escribes para decirme 
que los escorpiones mienten
y que El Sol no se pudre en tu vagina 
pero sí en mi cabeza.

Te creí 
pero solo porque son la una y media 
de la madrugada
a esa hora entre putas y borrachos 
acolitamos en nuestras mentiras.


(Además, es Semana Santa para tu secta
tengo miedo del agua fría
y de ponerme sobrio,
de convertirme en pescado
cuando Padre Leviatán
regrese enorme y peludo
para obligarme a reproducir,
como si yo fuera un vulgar pedazo de pan)

Pero luego de besarte la lepra 
las dunas me confesaron mi peor verdad:
que sigues chupándole la verga a Caifás.
Ante el hecho, Los Alfabetos De Las Doscientas 
Veintiuna Puertas recomiendan:
que en vez de solicitar tu video 
porno al Sanhedrin,
críe 
Un Nuevo Golem De Tinta,
algo para convertirte en 
mi tercera bestia sin voluntad
(la segunda fui yo mismo)
y darme un duchaso,
que hasta los perros esenios 
que atienden el 
shawarma de la Universidad 
Central del Ecuador
se tapan la nariz cuando me les acerco. 


***


CUERNEÁNDONOS (UIO - Bs.As. - UIO)

Abracé en tu muñeca 
una ballena roja que lanza 
el pedo más triste 
de toda la historia del mar 
y doce horas después 
ya no teníamos hijo ni tickets para el subte 
pero sobraban media botella de vino 
un recibo de farmacia 
el hedor de nuevas bocas 
en nuestros genitales 
y una madrugada donde descubrimos 
que el enemigo no se calcula 
por kilómetros ni aeropuertos. 

Se mide en piel.


*** 


EL DESAFÍO DE LA BESTIA

Apreciemos sin vértigo, 
la extensión de mi inocencia.
 Jean Arthur Rimbaud


Maniquí sagrado que colecciona condones pero que de noche viene 
a retozar en mis ruinas, ¡en tus escamas conocí la abyección!, 
por eso transmutaré Tu Nombre —antaño sacro— en vomitorium de esta 
pústula volcánica que fue mi piel.
Con la bendición de El Perro desperdicié semen sobre la tundra que 
llevas atada en el rostro, pero HOY, Una Bestia Más Sabia proclama: 
¡No más! ¡Cose con tinta sus agujeros! ¡Deja que Otro se anule entre 
sus senos tísicos!… BUSCA EL MAR. ¡Solo en la vastedad podrás limpiar 
La Marca!
Acepto el desafío de La Bestia 
y desnudo como una piedra 
te dejo MORIR.


***


NO CUALQUIERA

Mis pies no despertaron a las alfombras
Albert Pla


Cualquiera puede usar el teléfono
en una madrugada de alcohol
o vivir 12 años en el ático 
de una improbable “ex”, 
es de principiantes,
solo se necesita disciplina 
no tener miedo a las arañas 
contar con muchos envases plásticos 
para mierda y orina 
(aunque una ventana y cinta 
adhesiva no caerían nada mal). 

Pero no cualquiera
se tatuaría tu foto en tanga 
para masturbarse 
mientras sangras en mi pierna,
así que la próxima vez
deberías pensar
en contestar
el puto mensaje.


***


PLEGARIAS

Me frotaré las asfixias contra tu fémur y serás mi última lealtad, 
pues el pasado se me cae como un Ícaro Sangriento, como un beso 
del que fui ausente.
Entonces mis arrugas –que nunca fueron más que libélulas fracasadas– 
te crearán océanos para que pueda inundarte los dientes. Perpetraré 
una plegaria para olerte las pestañas, y otra –un poco menos obscena– 
para eyectarte hacia la madrugada y contemplarte mientras copulas 
con mi sombra.


*** 


CHIQUITO

Volverse loco es como no haber nacido
Y hasta es cómico:
Pasar del confinamiento del útero 
al confinamiento del manicomio. 
 Osvaldo Lamborghini


Cada vez que escribo
me convierto en peor persona,
cuando no lo consigo 
solo soy un fracasado inocente 
añorando la mierda 
que marca su frente,
mi sombra más puerca
donde sólo la venganza me vuelve hermoso,
lo que no pude ser,
aplauso genérico
cuando me quejo
obedeciendo mi supuesta herencia judía
que –además de la nariz ganchuda-
justificaría mi proverbial culto a los muros 
inutilidad para jugar al fútbol 
temor al mar 
y mi verga chiquita 
de tanta culpa
tanta pero tanta tanta 
culpa
que solo es visible cuando 
le sonríe una pantalla,
todo un Alexander Portnoy pero 
posmoderno y más pajero todavía.

Madre, dile a esa puta que 
no me mande más fotos en tanga
que mis trabajadoras 
manos se estancan de tanta tanga,
yo, demasiado culpable para secarme bien
y no dejar pegajoso el teclado 
que luego usarán padre, 
hermana y empleada
para mandar e-mails donde notifiquen 
a los medios de comunicación
que ya mismo consigo trabajo honesto,
que mis treinta años no han sido tan fieros,
solo confusión y alcoholismo 
que no hace mucho daño
porque sigo siendo chiquito 
como un pene mal circuncidado, 
tan chiquito que no lastima
a nadie más que a mí mismo,
y que a veces hasta llevo dinero a la casa 
con esa farsa de la literatura, 
aunque pareciera que 
trabajo en ese shawarma
donde siempre me encuentran 
fumando lechuga
y con siete botellas menos,
las manos como servilleta vieja
llenas de ceniza y orines ajenos 
como mi futuro
cuando al fin ustedes se decidan
a mandarme a la casita de la verga,
porque solo les presento chicas ebrias
a las que no siempre me culeo,
y a veces familia quisiera nietos
que no se parezcan a mí,
porque entre mi tío muerto y yo
nos hemos bebido mínimo tres ríos 
Jordan y un Mar Muerto
y mi primo va por el mismo camino.

¡Vergüenza! 
¡vergüenza! 
¡vergüenza!
en el vasito de cerveza
que me pego lunes en la mañana 
porque si me quedo en casa
pongo en la compu la foto 
en tanga que me mandó esa 
pendejita que no me follé
y aunque me moje la verga, 
no se me quita la sed del cráneo,
y que pereza hacer la tesis o buscar trabajo
cuando uno se siente tan chiquito y seco
como la cadena de pixeles rojos
que cubren ese pubis playero 
que jamás oleré. 

Mejor beberse la culpa
y bancarse la puteada de madre judía
cuando llegue ebrio y chiro
peor que egipcio en fiestas de Seth
a fingir que duermo y no siento
los paraísos muertos
donde yo tenía churos
y era el mejor alumno al 
que todos sus compañeros golpeaban,
pero que era admirado por su madre, 
pese a que nunca escribió
un solo poema decente.


*** 

(Fuente: El Hombre Aproximativo)

No hay comentarios:

Publicar un comentario