EXALTACIÓN DE LAS MATERIAS ELEMENTALES
(En desnudez intacta,
escalofrío, desmayo y sueño.
Debajo de sus senos nace un río
que olvida los temblores de su cuerpo).
¿Te quieres dar a mí hasta palidecer
desmayada en la noche?
¿Y que tu cabellera encienda
los trópicos íntimos del amor?
¿Sentir la claridad del alba
anegada en tus senos?
¿Hundirte en mí,
en la temeraria orfandad de la sangre?
Yo sueño verte un día
desnuda de tallos y de aurora,
señalando la transformación de las esferas,
alta de mediodía, cenital y luminosa,
solitaria, única: ¡eterna rosa!
*
ELEGÍA A LA MUJER INVENTADA
(Sin formas la conocéis:
es la yedra obstinada,
la reja y el amor
apenas lágrimas de otro tiempo)
Una mujer o su sombra de yedra
llena esta soledad de lámparas vacías.
En la memoria del corazón
está marchita una flor,
un nombre de mujer.
Los ojos de la ausencia
están llenos de lluvia, de paisajes helados y sin árboles.
¿Quién conoce el nombre de esa mujer
que olvida su cabellera en los ríos del alba?
¡Qué difícil es distinguir entre la noche
y una mujer ahogada hace tiempo en un estanque!
El desmayo de una flor no se compara
al silencio de los párpados cerrados.
“Descubrimiento del alba” (1937)
(Fuente: Renato Sandoval Bacigalupo)
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