EL POETA INGLÉS
Estabas ahí, parado sobre los cables
con una flecha cruzada
de lado a lado en el pecho.
Tu mirada puesta
en el horizonte
sobre las arterias de la luz, posando
para que el viejo Hughes describiera
tu hambre de levantar cosas del suelo.
Es cierto, muchos te desearon la muerte:
tus ojos de poeta
se imaginó el público fuera del cráneo
—cejas se acoplan al movimiento de sus cuerdas
la cabeza se mantiene bajo la almohada
en días nublados
hasta para un cocodrilo amarillo—.
El sol
iluminó con amor tu cuadro
plástico fuerte. Mientras afuera
se recogía basura en la playa
y volaban preguntas
tras gaviotas con el objetivo
de programar competencia
en nuestra forma de vida.
TRAP ACÚSTICO
BAJO LA HIGUERA
Escúchame, esto es importante:
mis problemas
los entierro en el desierto.
Alfombras persas los envuelven
al igual que el vómito morado
envuelve a los promiscuos de nuca
con el pavimento.
No me pidas favores
que la virgen cumple
a inválidos bajo semáforos.
«Descansa en pis» dijiste junto a la higuera
en San Juan, y lo supe altiro
mis órganos se caen del sueño.
Tú lo sabes por el sonido sintético
de nubes/pétalos
manipulando teclados que generan
atmósferas cómodas
para los amantes de Vangelis.
Así que disfrútalo, verme sufrir
es tu derecho de nacimiento.
ADAM SMITH
Salgo
a fumar marihuana —como todas
las mañanas— sentado en el balcón.
En el edificio contiguo
unos pisos más abajo, veo a una familia
que toma desayuno y ensaya
genuinas muestras de cariño.
Por la paila sobre la mesa
asumo han comido huevos.
Colgando de su ventana
un letrero dice SE VENDE.
EL FILO NO MERECE SER USADO
PARA SEPARAR
Todavía me cuesta decidir
si prefiero el torso
o después, cuando el silencio
—fantasía primera
o murmullos de infancia—
se diluye entre gritos del viraje
en dientes de serrucho.
Razón tenían los mensajes escritos
entre la maleza que cubre tu dignidad.
El filo no merece ser usado
para separar miembros.
Es cierto entonces
al tocar sangre lo blanco
todo se complica entre lo conocido
y la presión arterial se desmaya
—se va de espalda al saber el precio
de su existencia—.
El aire puro está cada día
más caro en el campo
y no tenemos los pies
para correr con los zapatos
del Estado.
Entonces el tema es:
no sabemos hasta cuándo
podremos caminar descalzos
y ver caer cascadas con glóbulos blancos
sin recibir un premio de consuelo
engomar la conexión
con la cáscara de la madre, cortar
lo continuo.
Necesitamos una pluma
y sus tacones para separarnos
del suelo, en eso consiste el primer paso.
El segundo
ya no importa.
AYER PASÉ POR TU CASA
(STEVEN WILSON REMIX)
Un corsario busca nudes de enanos
sentado junto a su piscina.
Hace calor y no es verano, es trágico.
Una mujer toma sol junto a él y piensa
en las grandes montañas de los Andes.
La niebla arrastra peces sin escamas
pero con sueños de progreso.
No saben que sobre ellos una estrella
se masturba excitada por las puntas
de un puñal que entra y sale.
En el agua flota un cuerpo bocabajo
y a nadie le importa, la ceguera
viene incluida en el plan básico.
Es un thriller con muerto y todo
podría ser una obra adulta, pero no.
(Fuente: Poesía Sub25)
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